sábado, 19 de marzo de 2016

Adaptado, no el más fuerte.

Reiteradamente me encuentro con el sonsonete aquel de “la supervivencia del más fuerte” atribuido a Ch.Darwin, utilizado para resumir su teoría acerca del origen de las especies. Me duele tanta ignorancia con buena fe. No creo que quienes dicen tal cosa sean conscientes de estar propagando una falsedad teñida de propaganda, tal vez, ideológica. Es posible que buenamente crean que esta frase resume el pensar de Darwin.

GRACIAS A SUS ÓRGANOS URTICANTES,
LAS MEDUSAS SE PROTEGEN DE PREDADORES.
Darwin nunca dijo tal cosa, ni habló del más fuerte en ningún momento. Por otra parte, eso del más fuerte se toma hoy en el sentido del matón más contundente, lo cual viene muy bien a los matones en el país de los crédulos, pues de este modo ven justificada su conducta. Como llevo años estudiando biología evolutiva, y creo conocer algo El origen de las especies, voy a intentar explicar aquí lo que Darwin quiso decir al hablar de los más adaptados, que son aquellos que según él, sobreviven y alcanzan el estado reproductor.

En el capítulo IV de su libro, el autor no habla de “La Selección Natural y de la supervivencia de los más aptos”. ¿Qué entiende por aptos? Vayamos por partes.
TAMBIEN LAS ORTIGAS TIENEN CÓMO
DEFENDERSE DE HERVÍBOROS

Para Darwin, el éxito biológico de una especie consiste en permanecer a lo largo de generaciones, no extinguirse. En este sentido la extinción es un fracaso biológico. Para permanecer viva, una especie ha de recurrir a diversas estrategias, que son componentes de su adaptación. Quiero hacer notar que para que una especie permanezca viva, ha de cumplir un requisito biológico insustituible: reproducirse.

Pero la especie no se reproduce, son los individuos pertenecientes a ella quienes lo hacen de modo particular, contribuyendo de este modo a la perpetuación de la especie de la que forman parte. Darwin constató que, tanto en animales como en vegetales, las especies son muy prolíficas. No obstante, las poblaciones adultas de cualquier especie, suelen estar formadas por un número similar de individuos a lo largo de las generaciones. Es lógico deducir que desde la fase inicial de la vida de cada individuo, hasta alcanzar su estado reproductor, se produce una gran mortandad. ¿Quiénes sobreviven a lo largo de estas fases? Darwin es taxativo en la respuesta a esta pregunta: los más adaptados. En cada generación, estos supervivientes serán los biologicamente encargados de originar la generación siguiente. Y ocurrirá de este modo, hasta que fallos de diversa condición determinen la extinción de la especie.

LOS ANIMALES CARNÍVOROS POSEEN
DENTICIÓN APROPIADA PARA TRITURAR HUESOS


Desde el punto de vista biológico, el éxito de una población es dar origen a la siguiente, pero con condiciones, pues los descendientes también han de cumplir con esta función. Es decir, los descendientes han de ser fértiles. Esa fertilidad de sus miembros a lo largo de las generaciones, es una condición fundamental para el mantenimiento de las poblaciones y, por tanto, de las especies.

No todos los individuos adultos tienen la misma fertilidad. Algunos debido a causas exteriores, otros por circunstancias hereditarias, son más fértiles que otros. Las causas hereditarias son importantes, pues si sus portadores se reproducen en mayor número, también los caracteres que contribuyen a incrementar esa fertilidad irán aumentando en frecuencia entre los miembros de la población. A la larga, después de muchas generaciones, esos caracteres hereditarios que contribuyen a una mayor fertilidad por parte de sus poseedores, irán incrementando su frecuencia en las poblaciones, hasta llegar a una generación en la que sean caracteres presentes en todos los miembros. Diremos de ellos que son caracteres fijados.


HAY PLANTAS CON ESTRUCTURAS MUY
EFICACES PARA DISPERSAR SUS SEMILLAS

A estos caracteres les llamamos adaptaciones. Son hereditarios y hacen que sus poseedores, en comparación con los individuos que carecen de ellos, tengan más hijos fértiles. Es decir, contribuyan de modo más eficaz en la misión de generar la siguiente generación. Con el tiempo, los poseedores de adaptaciones son los que sobreviven, en contraposición a quienes carecen de ellas, que van quedando eliminados. 


En un próximo artículo seguiré hablando de adaptación.

martes, 15 de marzo de 2016

Repique de campanas

Con estas tardes que preludian primaveras, es un placer echarse al monte a reconocer mis escenarios de siempre. El monte, la naturaleza, siempre generoso, está como a la espera, ofreciendo todo cuanto puede ofrecer a unos ojos que miran con cariño y respeto. Cuanto encuentro me hace reflexionar. En este caso fue lo que escuché, unos toques de de campana.

TRIACASTELA

Desde algún sitio una campana dejó oír sus tañidos y la imaginación se me echó al vuelo. Me gustan los campanarios rurales, también las espadañas, pero los campanarios, con su aspecto de torre coronada por el habitáculo de las campanas con cúpula interior de resonancia, siempre me han gustado de modo especial.

Suelen tener tres campanas, una de toques graves, otra de agudos y una tercera de sonidos intermedios. Si hay más, mejor que mejor. Las campanas tañen, así se llama su modo de emitir sonido. También, en plan popular, se dice que tocan. Según el ritmo con que lo hacen y las campanas implicadas, el tañido puede ser un repique, que consiste en sones rápidos y agudos y medios. Suelen ser toques alegres, propios de festividades. Otra cosa es cuando las campanas doblan, que es el sonido mortuorio, propio de anuncio de muertes, toques de funerales y entierros. Hubo un toque, a rebato, con el que se convocaba a todos los vecinos por algún desastre imprevisto, como incursión enemiga o, en tiempos más recientes, accidente, incendio, o similar.



FERREIRA DE PALLARES
Este tipo de toques estuvieron presentes en el habla, en creación literaria, en refranes: “ese vago clamor que rasga el viento/ es la voz funeral de una campana…”, “un repique de campanas/ son sus pasos para mi…”, “no se puede repicar/ y estar en la procesión…”, "oír campanas y no saber dónde..."

Hoy se acaba el oficio de campanero. En algunos pueblos se convocan concursos de tañedores, lo cual viene a ser indicio que es una profesión en declive y no todos lo hacen bien. Por otra parte, hay instaladores de campanas que suministran conexión a programas electrónicos, con diversos tipos de toques, desde difuntas a difuntos, pasando por bodas, bautizos y procesiones. Precios, según lo pedido.

SOUTOMERILLE
MOLDURAS  EROSIONADAS
Me gustan los campanarios rurales, con su historia callada de siglos en los que han sido testigos mudos de múltiples hechos de la historia cotidiana. En pueblos del Camino de Santiago hay campanas abrigadas por sus leyendas de haber orientado, como faros sonoros, a los peregrinos en noches de nieves o nieblas. Campanarios tan dados a su vocación de orientar, que incluso cuando estuvieron sin campanas, llegaron a hacer sonar unas apropiadas para que no se perdiese ni un caminante que anduviese por sus cercanías. Lo dice la leyenda y no soy quién para contradecirla. Más bien me gusta que perdure esta leyenda.

Hablo de una espadaña, la de Soutomerille, en el Camino Primitivo, en una capilla del siglo XVII, que se viene abajo y que aún conserva su fachada renacentista y su ventana prerománica en el ábside. Tiene espadaña de una sola campana (más bien campanita), que se hace tañer mediante una cadena desde la puerta. Es impresionante el desgaste de las molduras de la fachada debido a los años en los que esta campana realizó sus oficios anunciando menesteres. La fachada es granítica.


CAMPANA CON SUS SEÑAS
DE IDENTIDAD
Las campanas tienen un elaborado proceso de fabricación y entran en él diversas variables, como el tamaño, el tipo de sonido que se le pide, la aleación que se empleará. Luego, en su perímetro se gravan el nombre, fecha de fabricación, fabricante, y más datos identificativos de cada pieza.

Hoy las campanas se roban y supongo que se venden. Digamos que se pierden sus pistas. Tampoco se sabe mucho de ellas como instrumentos litúrgicos o musicales. Son pocos los que saben que llevan gravadas sus señas de identidad. En el año 1991 hubo en Lugo un concierto de campanas, que nos echó a todos a la calle para escucharlo. Yo no escuché nada pero, como era junio, al menos no pasé frío.. 

Durante siglos, las campanas sirvieron para avisar al entorno. Hubo campanas que se oínan desde 20km de distancia y eran precisos cinco hombres para tañerlas. Hoy se avisa con móvil, tv, radio, etc., y las campanas, cuando las hay, sólo son piezas patrimoniales. Convendría concienciarse de su valor y significado.

En general, se desconoce tanto este mundo y su cultura, que hace días una locutora pizpireta, comentando por tele un funeral, decía que “las campanas repican a muerto” y quedaba tan ufana.

jueves, 10 de marzo de 2016

Teorías evolutivas

Parto de la idea de que nadie (bueno, tal vez cinco personas o pocas más) han leído el libro de Darwin “El origen de las especies por medio de la selección natural”. Incluso, un alto personaje de mi Facultad demostró no haber leído ni su introducción, una vez que tuvo que hablar en público sobre tal libro. Pero todos opinan o dogmatizan sobre él. Una costumbre muy nuestra, y más si apoyamos nuestros dogmas con la coletilla de “me vas a decir a mí”.

EDICIÓN GALLEGA DEL ORIGEN
DE LAS ESPECIES
La idea de la evolución de las especies venía de lejos en el tiempo. Ya en el s.XVIII, Buffon habló de la aparición de especies como algo difuso, un mecanismo nada concreto. Para Leibniz, la evolución carecía de sentido, mientras que para Goethe era algo que convenía conocer. Digamos que la evolución, como hecho biológico, estaba a la espera de interpretación conceptual. No se discutía acerca de su existencia como proceso, sino sobre el proceso en sí.

Es en el s. XIX cuando aparecen dos teorías que intentan explicarlo. Una, primera en el tiempo, es la propuesta por el naturalista francés J.B.Lamarck. La otra es la de Ch. Darwin.

¿Qué propugnaban, a grandes rasgos una y otra?

 LAMARCK
Según Lamarck, cuando los individuos desarrollan sus actividades vitales, adquieren caracteres nuevos y tales caracteres se heredan, originándose nuevos tipos morfológicos por esas especializaciones. Los órganos nuevos también podrían aparecer por necesidad: por ejemplo, las alas responderían a una necesidad de volar. La teoría, muy respetable y primera en la historia de la biología, fue desechada pronto, aunque en algunas ramas de la biología aún sigue en vigor. Si le confería tanto poder a la necesidad, no se explicaban las extinciones, y la paleontología era una ciencia que reclamaba respuestas y explicaciones concretas.

DARWIN

Darwin propuso a la selección natural como una de las fuerzas generadoras de especies, (no la única, como dice dos veces en la introducción de su libro). La selección natural la define en función de la adaptación. Hace notar cómo hay una gran fertilidad en los seres vivos, animales y vegetales, pero que muy pocos alcanzan el estado adulto. Para alcanzarlo, han tenido que superar muchas adversidades. Digamos que esos adultos han sido “seleccionados” por la naturaleza. Unos lo habrán sido por azar, otros con poseer caracteres hereditarios que les permitan superar mejor los embites ambientales. Cuando los supervivientes favorecidos lo son a causa de caracteres hereditarios, decimos que ha actuado la selección. A esta selección, Darwin le llamó “natural” para diferenciarla de la “artificial", que ejercían granjeros y hortelanos en sus trabajos de mejoras. A los seleccionados, Darwin atribuyó el estar mejor adaptados.

¿Por qué tuvieron tanto impacto en la sociedad ambas teorías evolutivas? Convendría preguntárselo a los sociólogos, pero voy a comentar algo, sólo algo, sobre esto.

MICHURIN

Al mundo soviético no le gustó nada la genética descubierta por Mendel, pues le disgustaba que hubiesen alelos “dominantes” y “recesivos”. Michurin fue un genetista de la época de Stalin que ideó un tipo de genética según la cual todos los genes eran iguales en su comportamiento. En este plan, la herencia de los caracteres adquiridos propugnada por Lamarck, permitía a los ideólogos decir que “de nosotros depende cómo sean nuestros hijos”. Por ejemplo, si los queremos trabajadores, trabajemos.

Por otra parte, al mundo capitalista le gustó la idea de los más adaptados, que pronto transformó en “los mas fuertes” Según esta interpretación, todos los procesos del mundo capitalista están explicados por la teoría de Darwin acerca de la “supervivencia de los más fuertes”, interpretado como "supervivencia de los matones".


Tengo un libro, algo antiguo, de evolución, que dice que los muertos en accidente son debido a la mala adaptación por parte de los accidentados y que en ellos está actuando la selección. Un comentario deleznable, la verdad.

sábado, 5 de marzo de 2016

Sólo sé...

Me pregunta un amigo que qué habría ocurrido si los dinosaurios aun anduviesen por aquí. Que cómo sería, en ese caso, el actual mundo de seres vivos y qué papel jugaríamos los humanos dentro de tal escenario, en caso de existir como tales

Nunca me ha gustado aventurar acerca de las consecuencias actuales de posibles hechos ocurridos en el pasado. Lo que se viene en llamar futurible. Y nunca me ha gustado porque tengo una mentalidad muy basada en los hechos comprobados para, sobre ellos, ir desarrollando mis ideas. En todo caso, imaginar hechos posibles comparándolos con otros actuales contrastados de modo experimental. Nunca se me ha dado por fantasear y utilizar las fantasías como posibles herramientas de trabajo.

EL ESTUDIO DE FÓSILES ENSEÑA MUCHO
Me defino como un escéptico que cree que lo que sabemos es muy poco en comparación con lo que ignoramos. Por eso, siempre estamos revisando lo que damos por sabido. Con el cuerpo de conocimientos que poseemos, intentamos explicar el entorno sin dogmatismos de ningún tipo. Y cuando esa suma de conocimientos aumenta (por descubrimientos de nuevos datos, por aparición de una nueva técnica de estudios o por lo que sea), revisamos lo anterior por ver si se mantiene como cierto a la nueva luz del proceso investigador. Eso explica que siempre estudiemos la estructura del cromosoma, por ejemplo, o la de los flajelos, o los procesos de la división celular. Cuando hacemos eso, algunos conocimientos previos tenidos como ciertos, se desmoronan, mientras otros se afianzan. Cuidado, digo “afianzan”, no que alcancen la categoría de dogmas. Simplemente, son conocimientos que siguen superando nuevos métodos de revisión. Conforme las hipótesis superan más y más pruebas, se van consolidando como posiblemente ciertas. Cuidado de nuevo, digo "posiblemente".

LAS ELECTROFORESIS EN GEL APORTARON MUCHOS
CONOCIMIENTOS A LA BIOLOGÍA DE POBLACIONES

Dinosaurios, me preguntas, amigo, sobre dinosaurios. Hermosos temas productivos para un mundo infantil que se adentra en el consumo feroz. Películas (no he visto ni una), enciclopedias por fascículos, colecciones de figuras, niños que saben sus nombres científicos, parques temáticos metas de excursiones, museos. No me opongo a ese deseo de saber sobre esos seres enigmáticos que, es posible, fueron los mayores animales que ha habido en la tierra. Pero detrás de todo eso hay un comercio tremendo y una búsqueda indisimulada de mercado.

También es cierto que un gran amigo mío, biólogo, cuando era niño se conmovió tanto en una película sobre dinosaurios, que estudió Biología por acercarse a ellos desde la ciencia. Hoy está a punto de leer su Tesis Doctoral sobre ellos.

LA SECUENCIACIÓN DE ADN PERMITE ESTUDIOS GENETICOS
A NIVEL MOLECULAR
¿Que qué hubiera ocurrido si no se hubiesen extinguido? Pues yo qué sé. Cuando ocurrió tal extinción masiva, quedaron muchos hábitats disponibles que rápidamente ocuparon los incipientes mamíferos. Digamos que fue como un proceso de substitución por parte de grupos zoológicos.

Hoy se supone que las actuales aves son descendientes evolutivos de los dinosaurios. A este tipo de extinción se le conoce como “extinción filética”, que ocurre cuando un grupo como tal desaparece, dando lugar a otro muy diferente al originario, pero al que transmite toda su historia evolutiva previa.

Otra cosa es la extinción, sin adjetivo. Ocurre cuando un grupo desaparece sin dejar descendencia entre los seres vivos. Muchas veces, a este tipo de extinción se le considera un fracaso evolutivo, que no es el caso de la extinción filética.

ESQUEMA DE LA ESTRUCTURA DE UN
CROMOSOMA

lunes, 29 de febrero de 2016

Extraterrestres

Las ideas son recurrentes, algunas de ellas nunca dejan de andar por medio, como un ruido de fondo. Raro es el momento en que, con ocasión de hablar de seres vivos en algún encuentro cultural, no me pregunta alguien acerca de la posibilidad de existencia de tales seres en otros lugares del universo. La pregunta no es de índole científica, pues se ajusta más a los sentimientos que a las razones científicas. Hoy por hoy, no podemos buscarle respuesta desde la ciencia, pues no disponemos de medios para hacerlo.

Hablo de ciencia basada en métodos experimentales, claro. Otra cosa es hablar de que se han mandado sondas al espacio y no se han obtenido respuestas. O sí, pero son alto secreto. También, de vez en cuando nos hablan de ovnis por los cielos, incluso incluyendo fotos. No sé qué decir, pero soy escéptico ante eso. Siempre que veo la figura de un supuesto ser vivo habitante en algún lugar del espacio, fuera de nuestro planeta, lo encuentro con una morfología similar a la nuestra: cuerpo dividido en cabeza, tronco y extremidades, siendo la cabeza el lugar en que aparecen los órganos externos de los sentidos. En verdad, lo considero un producto de ciencia ficción para película candidata a taquillera, incluso a Oscar.


Tal vez, para muchos sea difícil imaginar el larguísimo camino evolutivo que conduce a una situación morfológica y estructural como la nuestra actual, partiendo de prototipos primitivos que también fueron los iniciales para otros grupos animales, como pueden ser babosas o arañas, por citar algunos que se me ocurren. 

La historia de los seres vivos, en su conjunto, ha sido un camino tan enrevesado, con múltiples mutaciones aleatorias, ocurridas en una secuencia concreta, seleccionadas en su mayor parte por ambientes cambiantes, ocurridos en un orden también concreto, que sinceramente considero irrepetible. Es posible que secuencias diferentes de mutaciones o ambientes, hubiesen conducido a resultados también diferentes. Creo que tales secuencias, por complejas, son irrepetibles.


Por eso no creo que, en caso de haber seres vivos en otros planetas, sean similares a nosotros. Cuando digo “a nosotros” quiero decir eso, similares a los humanos. A los creadores de historias de ficción no les preocupa cómo serían las ratas, por ejemplo, de esos otros mundos. Solo se preocupan de humanos, pues a nosotros, también humanos, es a quienes van dirigidas sus historias.

Nunca he rechazado la idea de que existan otros seres vivos en otros lugares del universo. Pero, vamos a ver, ¿a qué llamamos “ser vivo”? Porque conviene aclarar eso para no meternos en situaciones equívocas. Un ser vivo posee unas características concretas que lo diferencian de un ser inanimado, por ejemplo, una roca. ¿Qué características son esas? Un ser vivo está sujeto a unos procesos que comentaré con detalle en próximas entradas: nace, crece, se reproduce y muere. Pero qué tiene, ¿qué hace un ser vivo para poseer esa peculiaridad, que puede compartir con otros seres, también vivos?

Ha de tener información propia acerca de su estructura y funcionalidad. Y esa información debe de estar cifrada de algún modo en moléculas que se transmiten a lo largo de las generaciones, después de una minuciosa replicación. En los seres vivos de este planeta, la molécula de la que hablo es el ADN, (en algunos virus es ARN), y aunque su modo de replicación es muy estricto, existe la posibilidad de que ocurran pequeños errores hereditarios, que conocemos con el nombre de mutaciones. 


Los seres vivos han de ser capaces de reproducirse, es decir originar seres iguales a ellos. Lo han de hacer sin necesidad de ayudas externas, como algo propio que realizan de por sí. Esta función garantiza la permanencia del grupo. En caso de no poderse realizar, se produce una extinción.

Pero, además, cada grupo de seres vivos posee una historia evolutiva concreta que les hace singulares en su propia historia. Las actividades biológicas son complejas y muchas veces vienen orientadas por un indeterminismo total. Las mutaciones, base de la variabilidad, son indeterminadas, lo mismo que los cambios ambientales, en los que se basa gran parte de la selección natural.

Toda esa serie de sucesos mutacionales y ambientales, ocurridos a lo largo del tiempo, hace que en, en este aspecto, esta rama de la Biología  (la Biología Evolutiva), pueda ser considerada como una ciencia histórica, con los mismos métodos investigadores que la Historiay los mismos mecanismos de comprobación de hipótesis.

Pero no nos sustraemos a lo que nos indica nuestro subconsciente. Nos creemos el centro del mundo y pensamos en que un “ser vivo de otro mundo” es similar a un humano, nunca a un musgo, por ejemplo. Y si los extraterrestres hablan, lo hacen en nuestra lengua madre, con nuestra gramática y nuestro vocabulario, nunca se nos ocurre que puedan hacerlo de otro modo, a pesar de que conocemos la existencia de muchas formas, todas válidas para sus usuarios.



A veces he pensado que al hablar de extraterrestres, fijamos en tiempos actuales las pautas de invasiones históricas, y pensamos que si nos llegan a invadir, lo harán con los criterios que se utilizaron en invasiones pasadas que hemos estudiado. Por eso, según ese imaginario, serán crueles, querrán arrebatarnos nuestras riquezas, se llevarán a la gente joven esclavizada. En suma, aprovecharán todo lo bueno que tengamos y nos dejarán sumidos en la miseria. Tal vez estamos dando un reflejo de lo que consideramos que fueron las anteriores invasiones. Las que, en suma, han dejado el mundo tal como es en la actualidad, del que somos beneficiarios.



Espero que los seres vivos extraterrestres, en los que creo, se comporten de otro modo al nuestro. Estoy convencido de que son diferentes a nosotros, pero que cumplen los requisitos de poseer un tipo de "actividad vital" propio, el suyo. 

Las demás suposiciones que tengo sobre este tema, pasan al campo de mis sueños.



miércoles, 24 de febrero de 2016

¿Por qué evolución?

Podríamos preguntarnos para qué hay evolución, pero sería una pregunta falaz. Supondría una finalidad en el proceso evolutivo, finalidad que no existe. (Sería como preguntarnos para qué llueve). Podríamos, eso sí, preguntarnos la causa de que los organismos evolucionen. Yo contestaría que esa causa tendría componentes intrínsecos y extrínsecos.


PREDADOR - PRESA
SELECCION INTERESPECÍFICA

Los componentes extrínsecos serían los ambientales, los que conforman la selección natural. Pero no sólo serían los factores climáticos, también la disponibilidad de recursos, la presencia de predadores y, atención a esto, los otros individuos de la misma especie. Pues hay selección interespecífica, debida a la acción de individuos de diferentes especies, y selección intraespecífica, debida a individuos de la misma especie, que es la más dura. Ejemplo de interespecífica serían las relaciones predador-presa. Ejemplo de selección intraespecífica sería las competiciones entre machos jóvenes para aparearse con hembras o conseguir el liderazgo de una manada. Todos estos factores, actuando de un modo más o menos conjunto, son componentes de la selección natural.


LUCHA ANTES DEL APAREAMIENTO
SELECCIÓN INTRAESPECIFICA

Pero también debemos considerar los factores intrínsecos de la selección natural. Todos los extrínsecos seleccionan a los individuos mejor adaptados. Para que haya selección natural, es preciso que exista algo que se pueda seleccionar, y éste es el componente intrínseco de dicha selección, la variabilidad. ¿Qué quiere decir esto? Que es preciso que en las poblaciones exista lo que llamamos variabilidad, que no todos sus componentes sean exactamente iguales, que haya individuos que sean capaces de realizar funciones vitales con mayor eficacia que otros de su misma población. Si estas diferencias son debidas a caracteres hereditarios, decimos que actúa la selección.

Todo esto, creo, ya lo vengo diciendo en entradas anteriores, pero podríamos preguntarnos dos cosas, por qué y para qué se produce la evolución. Insisto de nuevo en la falacia de la segunda pregunta. En cuanto a la primera, es fácil contestar. La evolución es un proceso natural que ocurre cuando se dan ciertos factores. Una población evoluciona cuando sus condiciones ambientales presentan algún tipo de adversidad hacia sus componentes, que reaccionan de modo diferencial ante ella. Esas condiciones pueden ser de muy diversa índole y actúa sobre caracteres variables de los individuos. Caracteres que necesariamente han de ser hereditarios si ha de haber evolución. 

VARIABILIDAD EN HUMANOS
Con relación a un rasgo hereditario, una población puede ser homogénea o bien presentar algún tipo de variabilidad. La selección sólo actúa cuando hay variabilidad. Es en ese caso cuando es posible que haya respuestas diferentes ante acciones ambientales adversas. Si no hay variabilidad, habrá homogeneidad, es lógico. Pero la población será vulnerable ante cualquier cambio, dándose el caso de poderse producir una extinción si el cambio no es asumible por los componentes de la población. Cuando hay variabilidad para ese mismo carácter, la población está más protegida ante posibles cambios. Supongamos, es un decir, una población cuyos componentes sólo pueden vivir a 18ºC. debido a un carácter hereditario. Supongamos otra población que, gracias a variabilidad en ese mismo carácter hereditario, puede vivir en un rango de temperatura comprendido entre 16,5ºC. y 20ºC. Está claro qué población tiene mayores posibilidades de sobrevivir ante cambios ambientales. Las modificaciones hereditarias que ocurran en esa población que se acomoda a los cambios ambientales, pueden ir conformando un cambio evolutivo en ella.

VARIABILIDAD HEREDITARIA EN MAIZ

En evolución no hay nada previsto, todo es a ciegas. De haber algo previsto, no habrían ocurrido extinciones de grupos que gozaron de amplia diversificación y distribución geográfica. Se puede pensar en dinosaurios por ser un grupo conocido debido al cine, pero hay muchos más tanto en el reino animal como en el vegetal. Una extinción debido a la falta de la variabilidad genética necesaria para poderse acomodar ante algún cambio ambiental, puede ser considerada como un fracaso evolutivo.

Realmente, ¿es posible considerar la extinción como un fracaso? Hablaré de extinciones, pero tal como la entendemos, sí la considero un fracaso. El hecho de que las poblaciones que conforman una especie sean incapaces de sobrevivir a un cambio ambiental, que no dispongan de estrategia genética para enfrentarlo, lo considero un fracaso.

VARIABILIDAD HEREDITARIA
EN CARACOLES DE TIERRA

Entonces, los no extinguidos, ¿somos grupos con éxito evolutivo? Qué duda cabe. Formamos parte de grupos que, desde que se originó la vida, hace más de 3.500 millones de años, han superado todos los obstáculos planteados por la selección natural y seguimos viviendo. Hemos cambiado de morfología, de hábitat, de costumbres, de muchas cosas, pero pertenecemos a grupos que siguen vivos y, por tanto, que reiteradamente han tenido éxito ante la selección natural.

No faltará quien piense que nosotros estamos más evolucionados que una lombriz y los dos, más que un musgo. Es un error.¿Por qué? Veamos unas cosas. Tenemos la misma edad como grupos biológicos, (llamados taxones). Compartimos edad desde el momento de la formación del ADN y su metabolismo, así como la aparición y consolidación de una síntesis adecuada de proteínas. Los mecanismos de captación de energía significó un inicio de diversificación. Desde entonces, seguimos diversificándonos en todos los sentidos: colonización de nuevos hábitats, aparición de nuevos taxones, etc. Todos con la misma historia evolutiva inicial y diferentes especializaciones posteriores.

TAN EVOLUCIONADOS COMO NOSOTROS CON SU
PECULIAR HISTORIA EVOLUTIVA
Los tres seres vivos que he mencionado, (hombre, lombriz y musgo), realizamos las mismas funciones específicas: nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos. En cada uno de los grupos, estos procesos se llevan a cabo de acuerdo con las estructuras biológicas de cada uno. Pero en seres superiores, mamíferos por ejemplo, existen diversos órganos encargados de regular funciones concretas. Los animales superiores, mamíferos y aves, poseemos una estructura corporal más diversificada, pero no por eso estamos más evolucionados que otros animales, a los que algunos llaman inferiores. (Un derroche de humildad por nuestra parte, claro).

viernes, 19 de febrero de 2016

Pulpo de río (Octopus potamodromus)

No deja de extrañar que los mejores lugares gallegos para degustar uno de nuestros platos emblemáticos, el pulpo, sean lugares de interior, cuando lo lógico sería que fuesen costeros. Melide, O Carballiño y Lugo son de los mejores lugares cuando se quiere tomar un buen pulpo. Y, repito, lo normal sería que el mejor pulpo se tomase donde se pesca.


PULPO Á FEIRA (PULPO ESTILO FEIRA)
¿Si? Si, pero con matices. Lo primero que conviene aclarar es que es en Lugo, Melide y O Carballiño donde se pescan esos pulpos que dan les fama. Pocos saben que no es el pulpo normal el que se sirve en las buenas mesas gallegas, sino el pulpo de río, el Octopus potamodromus, llamado así por el zoólogo D. Rafael Alvarado. Octopus, por pertenecer a ese género y ser, por tanto, un pulpo. Lo de potamodromusquiere decir “que anda por agua dulce”.

Vamos a ver algo de su biología. Como cualquier otro pulpo, el de río vive en el mar, pero las hembras, en el momento de la madurez sexual, remontan los ríos corriente arriba para realizar en sus fuentes el cortejo, la fecundación y la puesta.
TÍPICO EJEMPLAR DE PULPO DE RÍO

Remontar las corrientes fortalece sus carnes, como a otros seres fluviales con costumbres similares, como la trucha o el salmón. Se distinguen los de piscifactoría y los de río precisamente por eso, pues el haber tenido que realizar esfuerzos se traduce en su textura.

Los pulpos, hembras y machos, llegan a las fuentes y allí permanecen hasta que se realiza la única puesta que hace cada hembra. Una vez realizada, cosa que requiere trabajos musculares en las hembras, retoman el camino al mar. Los esfuerzos realizados confieren a la carne del pulpo una blandura especial, nada gelatinosa, que hace que resulte especialmente agradable a nuestro paladar, lejos de otras formas más correosas.

CASETAS EN EL MIÑO PARA PESCAR PULPOS
Y ANGUILAS - PORTOMARÍN
Cuando regresan al mar, es cuando los pescadores acechan para capturarlos. Para hacerlo, se sitúan en casetas colocadas en medio del río, a las que confluyen aguas dirigidas por muretes hechos con tal fin.

No faltaron quienes atacaron en su momento este tipo de actuación, pues los pescadores no se andan con contemplaciones a la hora de recoger los pulpos que pasan por allí. Hay quienes dicen que la verdad es que muy pocos, si acaso algunos, consiguen volver al mar. No obstante, este tipo de captura no representa ninguna agresión para el mantenimiento de la especie, pues no olvidemos que cuando son cazadas, las hembras ya han realizado la puesta, es decir, ya han contribuido a la formación de la siguiente generación. Cosa diferente sería capturarlas cuando aún no han depositado los huevos. En ese caso, se atentaría contra la supervivencia de la especie y, además, la carne del pulpo estaría dura. Por estos dos importantes detalles, se procura dar vía libre a las hembras que suben hacia las fuentes.

POR SU POSICIÓN, VEMOS QUE SU DIRECCIÓN
ES HACIA  LA IZQUIERDA

Los pescadores saben muy bien cómo detectar qué ejemplares van a realizar la puesta, y que, por tanto, hay que respetar, y cuáles están de vuelta, que son los que se pueden pescar. Para un pescador avezado en sencillo distinguirlos. El cuerpo del pulpo se divide en cabeza y brazos, siendo éstos los órganos impulsores del movimiento. Es decir, los brazos empujan a la cabeza para avanzar. Si al pasar por las casetas de pesca, la cabeza está orientada río arriba, es que el ejemplar va hacia el nacimiento y hay que respetarlo en su trayectoria. Su actividad, ya se ha dicho, es totalmente biológica y está orientada al mantenimiento de la especie.

Pero si la cabeza está orientada hacia el mar, es que está de vuelta. Ese pulpo ya ha realizado sus funciones reproductoras, tiene las carnes blandas y, seguro, contribuirá a mantener la buena fama del pulpo de esas localidades de tierra adentro.



BUEN PROVECHO



AVISO IMPORTANTE

El contenido de esta entrada es pura fantasía. Se me ocurrió con motivo de una fiesta entre biólogos y, después, la expuse en diversas ocasiones, siempre con total seriedad, aunque advirtiendo siempre del engaño. Aunque parezca raro, el saberlo causó cierta decepción entre los oyentes.
Puesto que muchos la creen, me reafirma en la idea de que nos cuentan muchas mentiras suponiendo que creeremos lo que se nos diga, teniendo como aval el supuesto prestigio de quien nos miente. Yo, al menos, advierto de la farsa y, por tanto, espero haber proporcionado un rato de distracción a mis amigos, sin generar enfados por tal causa.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Escribe El Baile de Norte

El Baile de Norte, en sus tiempos de estudiante de Biología, ha realizado labores de voluntariado. Como tal, trabajó de acompañante de jóvenes con síndrome de Down. Hace días, leyó en mi blog la entrada que titulé “Asombrado, emocionado” y se puso en contacto conmigo a través de los comentarios que siguen a cada entrada. Como consecuencia de aquello, me envía este escrito que incluyo, emocionado de nuevo, en mi blog.





Una vida tras una sonrisa

El Baile de Norte

A pesar de los años transcurridos, cada vez que pasaba por delante del Antiguo Hospital de San Roque, Norte experimentaba una pequeña avalancha de recuerdos que provocaba que en su rostro se dibujara un gesto apenas perceptible y que solo su reducido grupo de amigos podría comprender. Se trataba de una expresión amable, de sosiego y de tranquilidad que era la manifestación de un sentimiento de gratitud. Un sentimiento que se renovó a medida que, esporádicamente, los avatares laborales le llevaron a entrar de nuevo a un reformado edificio que ahora acoge diferentes entidades públicas.


Podía recordar con toda nitidez su primer día, su primera tarde de sábado de todo un curso escolar destinado a compartirlo con un grupo de chicos y chicas con síndrome de Down. Todavía hoy en día no podría explicar como aquel compañero de residencia universitaria que se lo propuso, pudo convencerlo. Quizás su determinación, quizás porque nadie mejor que él, con un hermano que padecía ese síndrome, supo explicárselo. Así que, el Norte de apenas 19 años, aspiró profundamente y no sin cierto sentimiento de congoja y de responsabilidad subió los desgastados escalones que conducían al interior del hermoso claustro. Dentro, un pequeño grupo de muchachos de edad indeterminada para sus ojos inexpertos, se divertía jugando con una pelota.

De pronto, unas sonrisas desinhibidas e ingenuas, exentas de cualquier resto de malicia, desmoronaron la falsa seguridad que el atrevimiento y la osadía de la juventud proporcionaban a Norte; hasta tal punto que el pánico le invadió y, por unos instantes, pensó en salir corriendo sin volver la vista atrás
.
- ¡Hola!, tú debes ser Norte, ¿no? Fernando nos dijo que vendrías  –le saludó una de las monitoras que jugaba con ellos y que, posiblemente sin quererlo, logró contener su deseo irrefrenable de  huir.

Y en unos segundos, los más atrevidos, lo rodearon con curiosidad; y al cabo de unos minutos Norte recogía el balón entre el alborozo de los miembros de su improvisado equipo; y la tarde transcurrió casi sin darse cuenta. Después, los sábados fueron sucediéndose y la responsabilidad se transformó en un sincero compromiso amalgamado por la luz que irradiaban los rostros de aquellos muchachos.

Ahora, cuando Norte organiza una sesuda conferencia en el auditorio construido en lo que un día fue la antigua sala de juegos anexa al claustro del Antiguo Hospital de San Roque, no puede evitar recordar las tardes que compartió con un grupo de chicos y chicas con síndrome de Down. Y en su rostro se dibuja un gesto apenas perceptible, una expresión amable, de sosiego y de tranquilidad que es la manifestación de un sentimiento de gratitud hacia unas personas con una espontánea, sincera y hermosa sonrisa.


domingo, 14 de febrero de 2016

Una de refranes

Siempre me han gustado los refranes por la cantidad de saber que encierran, un saber extraído muchas veces de relacionar de modo inteligente causas y efectos. Hay refranes acerca de costumbres, de relaciones familiares, de agricultura y también los que ayudan a predecir un tiempo más o menos inmediato.

Nuestros refranes vienen del mundo romano. Aún hoy, en diferentes lenguas románicas existen refranes, todos ellos procedentes del latín, con significados similares. Por ejemplo, nosotros decimos “poco a poco, la vieja hila el copo” y “las paredes oyen”, y los franceses “pequeño a pequeño, el pájaro hace su nido” y “las paredes hablan”. El sentido es el mismo.

En nuestra literatura, no es raro el personaje secundario socarrón, lleno de sabiduría popular, amante de refranes, que va diciendo oportunamente, por ejemplo, Sancho Panza.
Al contrario que la Farmacología ha sabido transformar en conocimiento científico las cualidades medicinales atribuidas a las plantas, no ha ocurrido así con la Climatología y los refranes referidos a ella, al menos hasta donde yo sé. Claro que “cielo empedrado, suelo mojado” es de comprensión sencilla, pues los frentes lluviosos vienen precedidos por nubes, altas y según vemos, pequeñas y muy juntas. Por otra parte, “cuando el grajo vuela bajo, hace un frío del carajo” lo comprendemos sabiendo que el grajo es un ave insectívora, que caza sus presas al vuelo y a bajas temperaturas son los insectos los que vuelan a ras del suelo. “Año de nieves, año de bienes”, nos promete la presencia de agua en verano, debida al deshielo.


Hay un refrán que me gusta mucho, “Hombre refranero, hombre majadero” y es el objeto de este escrito. Lo voy a comentar con algo de detalle, pues siempre me ha dado qué pensar. Cuando yo digo algún refrán, nunca falta alguna persona que me recuerde éste, siempre con afán de molestarme. Suelo contestarle, con mi mejor sonrisa, que sí, que “hombre refranero, hombre de majada”, como bien sabe quien me ha hecho el comentario. Por supuesto, no lo sabe, pues para él, o ella, lo de majadero sólo quiere decir imbécil o similar.


Lamentablemente, en nuestra lengua los términos relativos a oficios agrícolas pueden terminar siendo despectivos. Por ejemplo, las últimas ediciones del diccionario de la RAE atribuyen a “rústico” una serie de acepciones relativas al campo y su ambiente, pero en ediciones anteriores también incluía “rudo, tosco, grosero”. Tras reiteradas quejas, se retiró esta acepción. En “Fortunata y Jacinta”, Galdós utiliza el adjetivo “hortera” para calificar al hacendado que no vive en la ciudad, sino en el campo, en sus huertas. Vemos que el significado de esta palabra ha cambiado en muy poco tiempo, adquiriendo un tono peyorativo.


Algo así pudo ocurrir con la palabra “Majadero”. Ya Quevedo la utiliza como menosprecio. Creo que deriva de “majada”, relativo a los pastores trashumantes que pasaban las noches durmiendo a la intemperie, en las majadas, y por eso majaderos. Para ellos era útil y necesario el poder saber el tiempo que haría en un futuro inmediato. Aquellos majaderos supieron relacionar muy bien las causas con los efectos y encerraron su saber en dichos cortos, generando unos conocimientos propios del oficio. Diré, con el refrán, que “cada maestrillo, tiene su librillo”.
Pero esta capacidad de aprender de la naturaleza, de comparar diversas causas con sus respectivas consecuencias, tal vez no siempre fue entendida y apreciada por los habitantes de las ciudades. En vez de querer aprender de ellos, se les menospreció. Más sencillo.

Siglos más tarde, Antonio Machado se quejaría de una manía muy nuestra de despreciar los que ignoramos.