jueves, 26 de febrero de 2015

PERSÉFONE HA VUELTO

Cuenta la Mitología que Démeter era la diosa encargada de cuidar la superficie terrestre. Como tal, se preocupaba de las plantas, sus flores y sus frutos, Tenía una hija de nombre Perséfone. Como todas las muchachas protagonistas de historias, era muy hermosa a la par que virtuosa. Es decir, todo perfecto como corresponde a tan inmortales personajes.

HADES RAPTA A
PERSÉFONE
Pero, siempre hay alguna adversidad, una vez que Perséfone recogía flores del campo, se abrió una grieta en el suelo y, a través de ella, la secuestró Hades, el dios de los infiernos, llevándola consigo a lo profundo. Las amigas de Perséfone, que no la defendieron, atestiguaron quién había sido el raptor.
Démeter pidió justicia a Zeus, pero como a él este rapto le hacía gracia, desatendió las súplicas de la madre, que comenzó a errar por el mundo, buscando ayuda y olvidando su cometido de jardinera terrenal.
Los paisajes comenzaron a secarse, no había flores ni verdor. Al poco, también faltaron los frutos y fue cuando Zeus decidió que había que terminar aquel asunto, que comenzaba a ser desagradable.
Llamó a Hades y obligó a devolver su hija a Démeter. Hades, que estaba enamorado de Perséfone, se resistía a obedecer el mandato. La niña quería marchar con su madre y dijo a Zeus que, como prueba de su antipatía por Hades, no había probado ninguna golosina que él le hubiese ofrecido. Aquí estuvo el error de Perséfone, pues su raptor dijo que le había ofrecido granadas y ella había comido cinco. Se enfadó Zeus por la mentira y castigó a la muchacha a permanecer con su madre cierto tiempo a lo largo del año, pero tendría que bajar a los infiernos a estar con Hades tantos meses como granadas había comido de su mano.
DÉMETER LA VUELVE
A CUIDAR
Así ocurre desde entonces. Cuando Perséfone está con su madre, toda la superficie terreste es un jardín. Pero cuando baja a los infiernos a cumplir su castigo, Démeter se desentiende de su trabajo y toda la naturaleza parece morir. De ese modo permanece mientras la niña está con Hades y todo parece resucitar en cuanto retorna a estar con su madre, pues ésta vuelve a cuidar el jardín terrenal.
Hasta aquí el mito, que ya Homero nos lo relata en la Odisea. (Tiene años el mito...). Es uno de los primeros que nos habla de hechos recurrentes en la naturaleza, en este caso, la alternancia de invierno – primavera – verano.
Por otra parte, este mito y sus personajes tienen diversos significados y derivados, pero no quiero comentarlos ahora.
El mito gusta mucho y siempre que lo relato se escucha con atención, a pesar de saber todos mis oyentes que estoy contando una falsedad. Pero gusta. A mí me entra pena, mucha pena, al pensar que son bastantes quienes rechazan las explicaciones científicas y se acogen a interpretaciones de fábula, falsas, pero cómodas de entender.
¿Es tan difícil de entender la ciencia? Pienso que no, pero llevo tantos años manejando sus conceptos, que resultan asequibles a mi entender. Pienso, es una opinión, que en general somos bastante ignorantes en lo concerniente a temas científicos. Y lo peor no es esa ignorancia. Creo que lo malo radica en estar inmersos en una mezcla de comodidad  y vagancia que rechaza cualquier esfuerzo por entender el entorno desde un punto de vista riguroso, científico, aunque sepamos el beneficio que nos puede aportar ese conocimiento.
CUIDANDO TANTAS PLANTAS, DÉMETER
ESTÁ MUY ATAREADA
A veces entendemos como cultura el saber una o dos poesías de memoria (si son largas, mejor). También es preciso haber visitado algún museo nacional y viajado por el extranjero, teniendo una opinión sobre lo que se ha visto. Todo eso está bien, faltaría más. Pero muchos no creen necesario saber en qué se basan las pruebas de ADN en temas judiciales, ni interpretar el concepto de ecosistema, ni el papel de la selección natural enunciado por Darwin. Todo eso, por citar unos cuantos casos, es casi despreciado por muchos al hablar de cultura general.

Hay que hablar más sobre esto, que me duele profundamente. Mientras, deduzco que Perséfone ya ha debido de regresar este año, pues me doy cuenta de que Démeter vuelve a cuidar de su jardín, del nuestro.
EN LOS ALREDEDORES DE COMPOSTELA, HACE DIAS
QUE DÉMETER HIZO FLORECER LAS MIMOSAS

jueves, 19 de febrero de 2015

INDICIOS DE PRIMAVERA

En estos días he paseado por A Chaira lucense, esa sobrecogedora comarca que ocupa
 el centro de la provincia.  El Prof. Otero Pedrayo llamó a esta parte del mundo “el país de los mil ríos”, y en este tiempo no desmerece el sobrenombre. A media distancia, parece inundada, pero no. El agua fluye lentamente hacia su destino final, el río Miño.

A CHAIRA, POR COSPEITO
Ayer se olía la primavera, había indicios suyos para quien sabe verlos. Encontramos cinco cigüeñas (por san Blas, la cigüeña verás). Dos parejas en sus respectivos nidos y otra, solitaria, que nos sobrevoló a poca altura. Es curioso, hace poco estas aves no se veían en Galicia y hoy conforman nuestro paisaje rural. Ellas no saben de cambio climático, pero le obedecen. También los amantes de las setas, en otoño, nos hablan de especies nuevas, propias de otros climas, más cálidos. Dos datos coherentes con la idea de que esto de recalienta.
Pero, a lo que voy. Ayer había una luz especial, que hacía que todo pareciese más bonito, más nuestro. La primavera llega. Después D.Antonio cuando lo constate nos dirá que “nadie sabe cómo ha sido”, pero digamos que se ve venir.
Los días ya son notoriamente mas largos y los ritmos diarios de luz–obscuridad comienzan a desplazarse a favor de la luz. No sé de qué modo, hablando en términos bioquímicos, los seres vivos obedecen sus estímulos, pero pronto los árboles florecerán al conjuro de los días más largos, haga frío o calor, lo cual sorprenderá como todos los años a quienes piensan que es el calor el que determina la floración. El calor determinará la maduración, allá en un todavía lejano verano. Hoy prima el incremento diario de luminosidad y ese es el estímulo que provoca la floración.
FLORES OFRECIDAS AL VIENTO
Empezaremos viendo flores de corolas completamente abiertas, con su polen generosamente ofrecido al aire. Es el único agente polinizador posible en estas fases tempranas del ciclo anual. El aire transportará el polen a otras flores. Luego, cuando hayan nacido los insectos, polinizadores eficaces, también se abrirán corolas más cerradas, tal vez con néctar, donde puedan penetrar esos insectos y polinizarlas sin darse cuenta. Dentro de unos días, cuando florezcan las prímulas, ya habrá insectos polinizadores. Mientras, no. Biológicamente hablando, están muy sincronizados, aunque se trata de grupos muy diferentes.
PRIMULAS. LAS POLINIZAN INSECTOS
FLORECEN MAS TARDE
Es un tema muy atractivo este de la polinización en las plantas. De él depende su reproducción y, en último extremo, el mantenimiento de la especie a la que pertenecen. Imaginemos que, por un suceso adverso, una especie anual no formase semillas un año concreto. Al año siguiente no estarían en el suelo para germinar y no habría plantas nuevas. La planta habría desaparecido del hábitat en que se encontraba hasta entonces. Lo mismo ocurre con los animales, si dejan de reproducirse, se ven abocados a la extinción. A fin de cuentas, como ya he dicho aquí en otras ocasiones, la reproducción representa la contribución de los individuos al mantenimiento de la especie, de la suya.
Todos estos procesos tienen, según mi modo de ver las cosas, dos causas, una inmediata o próxima, y otra remota.
YA HAN VENIDO. ENCUENTRAN
AMBIENTE PROPICIO
La causa próxima, como he comentado, es que se incrementa el período de luz. Las plantas son sensibles a ese incremento y se desencadena la floración.
La causa remota viene de muy atrás dentro de la historia de los seres vivos y se refiere a que, tal como hoy vemos la naturaleza, es el resultado de miles y millones de años actuando la Selección Natural sobre una variabilidad existente, de modo que, en cada generación, algunos tuvieron mayor capacidad reproductora. De ellos decimos que fueron los más adaptados. Posiblemente, la selección favoreció esta floración temprana porque es largo el proceso que termina en la maduración de los frutos. En este plan, las corolas abiertas también son adaptativas al no precisar las flores de ningún polinizador, que sólo nacerán más tarde. Si observamos todos estos caracteres, vemos que, aunque dispares, confluyen en un mismo fin, la maduración de los frutos en otoño. Después, aún se tiene que producir la diseminación de las semillas.
CALÉNDULA
Pero el otoño está lejano. Aún tiene que reventar todo el mundo de los seres vivos. Dentro de poco, los prados estarán llenos de flores y una de ellas, con aspecto de margarita y color amarillo muy intenso, recibe el nombre científico de Caléndulacomo reconocimiento a ser primera en aparecer y recordando el nombre latino de los primeros días de cada mes, las calendas.

Hoy, a finales del mes de febrero, la naturaleza pide paso para desarrollar un nuevo acto anual dentro de su ciclo. Nosotros, que empezamos a ser unos intrusos en este mundo maravilloso de seres vivos, dejémosle actuar.

viernes, 13 de febrero de 2015

EN EL CAMINO DE SANTIAGO. IMÁGENES DEL APÓSTOL

MATAMOROS
Quiero dejar aclarada una cosa desde un principio, y es que no me creo lo de la batalla de Clavijo y me molestan muchas actuaciones derivadas de ella. No me la creo debido a esa incertidumbre histórica de no saber asignar a un rey concreto el desarrollo de la batalla. Es decir, en otras palabras, no se sabe cuándo ocurrió. Luego está el motivo, liberar a “los nuestros” de tener que satisfacer el tributo de las cien doncellas. Salvar a una colectividad de ese oprobio es un gran favor que se le hace. Teseo también liberó a los suyos de ese mismo tributo, que en su caso había que satisfacer al Minotauro, en Creta.

Ese tributo de doncellas, siempre cien, algo tremendo en diferentes culturas, me habla de trazos mitológicos que vienen de lejos en la historia de la cultura, pero que tienen (o han tenido) arraigo en nuestro sentir. Llegado el momento, los cielos se abren. Teseo, ayudado por Ariadna mata al Minotauro, o en Clavijo aparece el Apóstol galopando entre las nubes, matando moros con su espada y liberando a los cristianos de pagar el tributo. Con perdón, supongo que más que con espada mataría moros con flechas, jabalinas o dardos, si lo hacía desde las nubes. En caso de ser con espada, como lo ponen las estatuas, su longitud sería tremenda para degollar desde tan alto. (Digo yo…)
PEREGRINO EN LA
PUERTA SANTA
No faltan quienes ven su intencionalidad política en lo de la batalla de Clavijo: El cielo quería que echasen del solar patrio a los infieles, por eso el Apóstol volvía a defender la tierra que evangelizó. Si acaso cundía el desánimo o el cansancio entre la gente, el argumento era contundente: el cielo lo quiere. Parece que se hizo costumbre lo de invocar a Santiago antes de entrar en acción, y lo de “Santiago y cierra España” ha llegado a nosotros como una invocación, aunque no entiendo el significado de “cerrar” utilizado en este caso. Con el tiempo, y por necesidades terrenales de gobierno, también San Isidoro mató moros en alguna que otra batalla.
Con esto de guerrero, defensor de la Patria y azote de infieles, se generó una iconografía que no me gusta nada y que cristalizó en la imagen del Santiago llamado “Matamoros”. Está presente en múltiples rincones de la catedral compostelana, corona edificios oficiales y es la imagen que sale en procesión el 25 de julio. Cotidianamente está expuesta a la veneración en una nave transversal de la Catedral.
Claro que eso de matar moros ya no gusta tanto como pudo haber gustado, incluso en esa imagen de la que hablo se han tapado las víctimas del santo furor con flores que alcanzan hasta la misma cabalgadura. Ahora, el Apóstol en vez de matar moros parece querer cortar flores con espada. Un método algo rudo, pero es mejor esconder la realidad de la imagen, que hay quienes se pueden ofender.
PEREGRINO EN SAN XEROME
En Santiago no gusta esa versión de Apóstol matador. Somos más pacíficos y dados a respetar opciones diferentes a las nuestras antes que a matar a quien discrepa. Nos gusta el Santiago Peregrino, de quien hay múltiples representaciones, una de ellas, por ejemplo, sobre la Puerta Santa. Allí, en una hornacina hueca, el Peregrino, vestido como tal y con un libro en la mano, (el evangelio que nos trajo), aparece como más asequible a todos, alguien con quien se podría compartir una etapa del Camino, de su Camino.  Allí está recibiendo a quienes entran por la Puerta Santa en busca del perdón. Son muchas las imágenes alternativas de Santiago Peregrino, reconocible por su báculo, su esclavina y su sombrero de caminante con vieiras en el alo. Un Santiago que camina como de incógnito. Más nuestro, la verdad.
SENTADO EN EL PÓRTICO
RECIBIENDO
Hay otra postura en que es frecuente que se nos represente al Apóstol, la de sentado. Como tal nos recibe en el parteluz del Pórtico de la Gloria, con sus ojos llenos de serenidad, mostrando tranquilidad total y con un pergamino desenrollado como muestra de la doctrina que nos trajo. Allí lo colocó Mateo hace siglos y desde entonces nos recibe transmitiéndonos la alegría de haber rematado el Camino. En esa imagen aún no luce la vieira identificadora. Pienso que tal vez aún no era representativa de lo compostelano y por eso Mateo, que no escatimó en símbolos, no la puso. También está sentado el Apóstol en la imagen que abrazamos. Una bella imagen románica, que no podemos ver debido a los ropajes de plata mejicana que la recubren. Plata procedente del patrimonio del arzobispo Monroy.

Nunca me he sentido identificado con el Matamoros ni con la idea que transmite. Ahora, al verlo transformado en bruto segador de flores, como lo tienen los canónigos compostelanos, pienso que se merece un apaño más digno. 
EL MATAMOROS SEGADOR
FLORAL

jueves, 5 de febrero de 2015

PASEANDO POR LA MURALLA LUCENSE

En Lugo siempre la hemos llamado en singular, la Muralla, escapándonos de los grandilocuentes plurales que no vienen al caso, (las Murallas). Ese, el plural, queda para regidores y capitostes cuando hacen de tal: “Visitais nuestras Murallas…”y creen que con su perorata copan un sitio en la historia.

HERMOSA, CON DIECISEIS SIGLOS DE EDAD
Ya lo digo, para nosotros, los de a pie, siempre ha sido singular, la Muralla, y un montón de calificativos mas, tal vez muchos de ellos indicadores del modo en que este Monumento está integrado en nuestras vidas. Para mí, viene a ser como un telón de fondo de mi vida lucense.
Cuando yo era niño, me gustaba acceder a su adarve por la rampa de la Puerta de Santiago. La rampa me resultaba cómoda y eliminaba los vértigos que me inspiraban las diferentes escaleras. Ahora me ocurre lo mismo. Incluso en pequeños detalles, parece como que con la edad regresamos a los principios.
CHIMENEAS CERCA DE S. FERNANDO,
VESTIGIO POPULAR, HOY PERDIDO
Lo revivo cada vez que subo: en cuanto piso su superficie, me parece haber entrado en otro mundo. Y creo que ese aspecto mágico de llegar a “otro mundo” lo hemos sentido muchos lucenses al hablar, por ejemplo, de dar un paseo por la Muralla. Los paseos por su adarve han formado parte de nuestros ritos cotidianos. Y como el Monumento está completo, es posible pasear en cualquiera de las dos direcciones que uno quiera tomar al llegar arriba. Siempre volverá al sitio de origen, no como en “la vida”, que nunca se puede volver.
Se ha dicho que el paseo por la Muralla es un hermoso muestrario de todo lo representativo que hay en la ciudad, y lo creo totalmente. Desde los hermosos paisajes que se pueden ver hacia el Oeste, con sus puestas de sol, hasta los lejanos Ancares, allá en los límites con León, el paisaje es generoso en eso de aportar imágenes para soñar o disfrutar.
LAS GRUAS HABLAN DE UN PROGRESO
QUE DESTRUYÓ ESTE PAISAJE URBANO
Pero siempre me gustó más el paisaje urbano. Desde el hermoso skay line visible desde lo alto de la Puerta del Hospital, al deteriorado del Barrio del Miño y la Tinería. El paisaje en que se veían las torres de la catedral sobre un mar de tejados, siempre me recordó a una gallina con sus polluelos. Presento una foto de 2008 y vemos en ella la cantidad de grúas que nos querían infundir la idea de progreso que tan de moda estaba entonces. Por cierto, la foto es irrepetible, pues los mamotretos construidos mientras se progresaba, han estropeado todo, como suele ocurrir.
UN PASEO DE ESTE TIEMPO
También han desaparecido las casas adosadas en la cara externa de la Muralla, y con ellas sus tejados. Fue una larga tarea aquella de ir eliminando tales casas, dejando libre la perspectiva del Monumento. Recuerdo las obras de apuntalamiento, reconstrucción y restauración de los paramento dejados al descubierto, conforme iban desapareciendo las casas.
POR UNA DE ESTAS VENTANAS
SALIA EL SONIDO DE UNA RADIO
Ganó mucho la Muralla. Tal vez ganó, no lo dudo, para el visitante que viene a verla, pasear por ella, fotografiarla y marchar con sus fotos y su recuerdo. Creo que a los lucenses, a mí al menos, nos han dejado una Muralla descafeinada, esterilizada, falta de aquella vida que tenía cuando veíamos las chimeneas echando humo en sus casas adosadas o escuchábamos la radio gracias a alguna casa con las ventanas abiertas. Todo aquello se nos fue y de modo irrecuperable, como muchas otras cosas.
VESTIGIOS DE OTRO TIEMPO,
HOY DESTROZADOS
Otra cuestión es si lo echo de menos. No sé para otros lucenses, para mí esta Muralla de ahora es más impersonal. Más monumental, qué duda cabe, pero carece de aquel aire como de familia. Ya no me parece integrada en el conjunto ciudadano como lo estaba antes. Tal vez sea una apreciación muy personal, pues pasear por su adarve me sigue pareciendo adentrarme en otro mundo, pero no sé.
UN LUGAR PARA PASEAR DISFRUTANDO
O DISFRUTAR PASEANDO
Hay dos cosas que se me han quedado clavadas de mis paseos infantiles por la muralla: detrás del convento de franciscanos había una huerta. Si veíamos algún fraile haciendo labores de labranza decíamos que estaba haciendo penitencia. (Hoy aquella huerta está substituida por unas pistas de baloncesto donde juegan los alumnos de un colegio franciscano de pago). Otra cosa que recuerdo de modo entrañable es que por la Mosquera había una casa de la que salía el sonido de una radio. Siempre había personas sentadas en las barandas de la Muralla escuchándola.
Tal vez hoy la muralla está mas para ser vista por los de fuera, pero puede que los de aquí la vivamos menos. Es difícil de explicar, pero yo me entiendo.


viernes, 30 de enero de 2015

EN EL CAMINO DE SANTIAGO: LOGOTIPO APOSTÓLICO

LOGOTIPO GREMIAL EN PORTOMARIN
Muchos las conocen como señales de cantero, pero bien podrían llamarse logotipos gremiales, hablando de esos trabajadores. Somos muy esclavos de las palabras y más cuando tienen años de historia. Símbolos, logotipos, emblemas, no lo sé, en el fondo son recordatorios que nos transmiten algún tipo de información sin necesidad de texto. Muchos creen que son propios de épocas incultas, remotas. A esos les remito a los símbolos que nos informan en las autopistas, por no hablar de los múltiples indicativos que podemos encontrarnos en instrumentos muy de hoy, como pueden ser teclados de aparatos electrónicos diversos.

COLECCIÓN PARTICULAR
LUGO
Pero sí, el mundo de los símbolos “parece” haber tenido una época de esplendor en los albores de la alta Edad Media, justo cuando la vieira fue asumida como símbolo de lo jacobeo.
Hay dos símbolos jacobeos digamos, consagrados, que no sé si son generales o específicos. Me refiero a la vieira y a la flecha amarilla. No sé si la vieira representa lo relacionado con el Camino y el Apóstol y si la flecha amarilla se refiere sólo al Camino, indicando su itinerario. Desde luego, la flecha es algo mucho más reciente, pues su padre fue D. Elías Valiño, a quien muchos conocimos. Lo que sí creo es que representando lo jacobeo, la vieira abarca más cosas que la flecha.
En la catedral de Santiago nos encontramos con otro símbolo jacobeo. Diríamos que otro logotipo. Me refiero a una estrella de buen tamaño, de la que cae un rayo zigzagueante. Esta estrella es claramente una evocación a la leyenda inicial relativa al descubrimiento de la tumba apostólica. Una leyenda bonita, mágica, atractiva, muy al gusto de los caballeros coetáneos del Códice Calixtino, pero que hoy nadie cree. Es insostenible con los conocimientos actuales, pero tampoco nadie la va a eliminar, ni siquiera lo intenta. Sin embargo, y me gusta decirlo, no hay ni un solo dato contrario a la idea de la presencia en Compostela de los restos del Apóstol. Sabemos que un solo dato contrario, uno sólo, bastaría para
LA ESTRELLA SOBRE EL "ARCA MARMÓRICA"
ÁBSIDE DE LA CATEDRAL COMPOSTELANA
desmontar la historia, pero no lo hay. Es más, cada descubrimiento nuevo, afianza su veracidad tal como la conocemos, como ocurrió con la aparición de la tumba de Teodomiro, hasta entonces personaje de leyenda.
El logotipo al que me refiero, la gran estrella con un rayo que baja de ella, está en la catedral en algunos lugares muy singulares. Por ejemplo, en el ábside, bajo la imagen del Apóstol que abrazamos, hay un altar apenas visible desde la girola. En él hay un arca de mármol y sobre ella está la estrella. Leí en algún sitio que ésta es el “arca marmórica” que descubrió el monje Pelayo y que reconocieron Teodomiro y Alfonso II, en cuyo interior estaban los restos de Santiago y los dos Varones Apostólicos. No lo he vuelto a ver escrito en ningún sitio, y en la catedral “parecen” no darle mucha importancia, pero está allí para quien lo sepa y sobre ella está el logotipo apostólico.
BAJADA AL SEPULCRO
Reaparece en la escalera de acceso a la cripta en la que se veneran los restos del Apóstol. En texto latino, se puede leer “Sepulcro del Glorioso Apóstol Jacobo”.
MONASTERIO DE SAN MARIN
PINARIO. 
No obstante, he encontrado más logotipos similares. Uno de ellos puede verse en ese gran monasterio compostelano que es San Martín Pinario. Una de las puertas de acceso a la sacristía está llena de casetones con esta imagen. Pero no olvidemos que este monasterio siempre, desde su fundación, tuvo una gran vinculación con el Apóstol, estando, incluso, encargado de la custodia de sus restos.

También un amigo mío de Lugo, experto coleccionista, posee un ejemplar de este logotipo. Me dice que era símbolo de albergue de peregrinos. Tal vez de albergue catedralicio, no lo sé.

viernes, 23 de enero de 2015

La jarra con azucenas como símbolo mariano

En estos pasados días de tiempo adverso, me dediqué a visitar templos y lugares dedicados al culto. Observé en ellos símbolos marianos y dejé volar a la imaginación.
Al no existir imágenes reales de los seres celestiales, quienes preconizaron su culto los adornaron de símbolos con los que, el pueblo fiel, pudiese reconocerlos. Al santo, o al dios, se le identificaba por su imagen representativa: si tiene alas en los tobillos, es Mercurio; si un águila y el mozo escribe, es San Juan; si tiene un caduceo, es Hermes; si es un triángulo equilátero con un ojo en su interior, es la Trinidad; si es una camarera con dos ojos en su bandeja, se trata de Santa Lucía...; y así un largo, larguísimo etcétera.

 En nuestra cultura nos hemos movido con símbolos que nos aportaron más información de la que podemos imaginar. Y no debemos creer que los símbolos son propios de tiempos pasado, pensemos en un actual mando a distancia de tv o dvd, por no hablar de los paneles infortativos en autopistas y autovías, todos ellos con numerosos símbolos que encierran información precisa. Las personas que forman parte de cada cultura disponen de los medios intelectuales adecuados para interpretar los símbolos propios de cada tiempo. 
La religión cristiana no iba a estar libre de esta costumbre. Veamos. A comienzos de la época gótica se deja de representar a Cristo como juez, y su imagen se cambia por la de un hombre. Lejos queda el pantocrátor justiciero que, incluso, muestra sus llagas como señal de haber conquistado su derecho a juzgarnos, como vemos en nuestro Pórtico de la Gloria. Las órdenes mendicantes, franciscanos y dominicos, se han echado a los caminos a predicar un Cristo próximo, amigo. Un hombre.
RIBADAVIA

ANTIGUO CONVENTO, HOY RESIDENCIA
DE ANCIANOS. RIBADAVIA
En los accesos a edificios religiosos, fue frecuente en esta época representar la Anunciación del ángel, el momento en que Cristo se encarna y, por tanto se hace hombre. Aparece la pareja de personajes, María y Gabriel, que sostiene unos pergaminos en los que está escrito su saludo: Ave, Maria, gratia plena… Esta pareja es frecuente en muchas portadas góticas o románicas de transición, como el pórtico de la catedral de Tuy o parte superior de la fachada de platerías de la catedral de Compostela. También aparece en el porche de Sta. María Salomé, en Compostela, o en la fachada de Sta. María del Azogue, en Betanzos. Hay múltiples ejemplos esparcidos por nuestra geografía.
STA. MARIA SALOMÉ. SANTIAGO
STA. MARIA SALOMÉ. SANTIAGO

A propósito de la iglesia brigantina, he de decir que hay más iglesias dedicadas a Sta. María del Azogue, como la de Benavente o la de Ureña. Siempre me intrigó este nombre y nadie me lo ha explicado. Azogue, en la alquimia, era el nombre aplicado al mercurio, elemento químico al que los griegos llamaron hidrargirium “plata líquida”. Mercurio también era el nombre de un dios romano, concretamente el recadero de Zeus. Tenemos  que, según los Evangelios, el recado de su futura maternidad lo trajo San Grabriel a María de parte de Dios Padre. ¿Hay confusión de nombres para esos personajes? ¿Se
STA. MARIA DEL AZOGUE
confunde a Mercurio con Gabriel? ¿Por qué se esconde a Mercurio tras su nombre cabalístico de Azogue? Tal vez el desconocimiento era grande entre la gente, analfabeta y con vidas tan llenas de penurias como para entretenerse en dilucidar confusiones que, quiero creer, tampoco les quitaban el sueño. Tal vez, también hubo un intento de esconder creencias perseguidas...
Volviendo al tema de inicio, en la iconografía que mencioné al principio, María ya se representa embarazada. Tanto en las imágenes de Sta. María Salomé, como en la de Sta. María del Azogue, está claramente embarazada, con su mano amorosamente acariciando su vientre.
MERCEDARIAS. COMPOSTELA
No obstante, ante aquella gente inculta, era preciso que algo recordase su virginidad. Así surgió un símbolo mariano que ha perdurado durante siglos, más allá del estilo gótico, que fue el que lo generó. Me refiero a la jarra con azucenas. Este adorno acompaña a María en múltiples representaciones de la Anunciación, desde una temprana época gótica (Ribadavia) a la barroca (Mercedarias de Santiago, siglo XVII)
La jarra representa la feminidad más íntima. Las azucenas han sido símbolo de la pureza. Por eso, estas flores saliendo frescas de la jarra, evocan la pureza de María en un momento, el de la concepción de su Hijo, en que es más preciso creer en ella.

El símbolo ha sido utilizado incluso sin la presencia de la imagen de María, como adorno y señal en los edificios y construcciones dedicadas a ella, como en el campanario de la Giralda de Sevilla, en la torre del reloj de la catedral de Lugo, así como en múltiples fachadas de monasterios cistercienses, como en el de Meira.

GIRALDA DE SEVILLA
TORRE DEL RELOJ. CATEDRAL DE LUGO

FRONTAL DEL ANTIGUO MONASTERIO DE MEIRA

viernes, 16 de enero de 2015

BALCONES REALES (LEYENDA COMPOSTELANA CASI OLVIDADA)

A veces sólo vemos lo que queremos ver. En otras ocasiones, ni eso.
Me explico. Hay una prueba documental de un hecho curioso, tal vez desafortunado, pero que está ahí y que sería muy del gusto del turista actual y que más de un guía ilustraría con comentarios personales, pero todo queda en eso. Nadie lo ve porque, tal vez, nadie lo quiere ver o lo prefiere mandar al sitio del olvido o, simplemente, por eso, porque no lo ve.
Vamos a ver, ¿Quiénes, de entre los compostelanos, conocen a Lola la Perillana? Creo que nadie. La verdad. Voy a relatar algo de su historia en cuanto se relaciona con el patrimonio compostelano.
FACHADA DEL HOSPITAL REAL
LAS CADENAS DEMARCAN EL ESPACIO CON DERECHO DE ASILO
Pero antes, conviene dar un repaso al lugar en que incide su actuación: el Hospital Real, hoy Hostal de los Reyes Católicos. Se construyó este edificio en las postrimerías del siglo XV y su estilo comenzó siendo gótico, aunque con los retrasos de las obras, los pisos altos fueron de un nuevo estilo emergente, el renacimiento. Este nuevo estilo no está muy presente en Galicia, ciñéndose casi en exclusiva a edificios diseñados por arquitectos foráneos que actuaban en obras de promoción real. Este es el caso del Hospital Real.
Cuando Isabel y Fernando vinieron a Galicia, visitaron O Cebreiro, donde regalaron los relicarios que aún se mantienen en uso, hicieron escala en el Monasterio de Samos para, finalmente, llegar a Compostela. Allí debió impresionarles la penuria de hospedajes que había en la ciudad, y decidieron construir este Hospital. En él se cobijarían peregrinos, se les daría de comer y, también, se intentaría que curasen sus males. En aquella época, los Hospitales dispensaban más servicios que hoy, y no solo a enfermos. Los Reyes lo colmaron de privilegios, entre otros el derecho de asilo, acotando su espacio delantero por una gran cadena sostenida por elaborados soportes, demarcando de este modo el terreno protegido.

ACCESO AL BALCON CON ORNAMENTACIÓN BARROCA
El edificio era de planta baja y un piso. En su interior, albergaba cuatro patios. Una hermosa fachada plateresca adornaba (y adorna) la entrada. En el primer piso había  cuatro balcones independientes a los que se accedía por sendas puertas preciosamente adornadas con estructuras renacentistas, como columnas exentas, esculturas y tímpano triangular. Todo ello confería belleza y modernidad a la fachada. Debió ser bonita, pero hoy no queda casi nada de ella.
En el siglo XVIII se revolucionó la apariencia compostelana. Las fachadas se modernizaron. Decir modernizaron, quiere decir que se pusieron al gusto de entonces, claro, dándoles como un tinte barroco. Por ejemplo, los balcones empezaron a gustar corridos, uno solo en la fachada, o dos si la altura de la ornamentación de la puerta interrumpía la posibilidad de uno solo. Es lo que le ocurrió a la fachada de San Xerome, también en la plaza del Obradoiro, justo frente al edificio que nos ocupa. 
BALCONES CORRIDOS EN EL HOSPITAL REAL
Esto de los balcones ocurrió en los edificios que albergaban instituciones civiles. Mientras los monasterios continuaron con pequeños balcones en sus fachadas (Samos, Oseira, Armenteira, etc.), las sedes de instituciones civiles, como el Ayuntamiento de Lugo, el Hospital Real o San Xerome, por citar algunos casos, quisieron balcones amplios para, de este modo, poder salir a lucirse todos los miembros de los comisiones rectoras cuando tuviesen ocasión, como en fiestas de todo tipo.
Como decimos, al Hospital Real también le llegó esta fiebre renovadora. De entrada, se eliminaron los cuatro balcones y se transformaron en dos que corrían a ambos lados de la fachada. Se puso una gran cantidad de soportes para esos balcones, que fueron de piedra y hermosamente esculpidos. Las puertas de acceso a los balcones también se orlaron con adornos barrocos, pero no todas.
ACCESO RENACENTISTA AL BALCON
 CORRESPONDIENTE
A LAS HABITACIONES DE LA PERILLANA
Es aquí donde entra en escena Lola, la conocida como Perillana, una mujeruca de baja extracción, ya se me entiende, que había sorbido la cabeza al maestro de obras. Conforme fueron acentuándose los amores, la Perillana se hizo más y más asidua al Hospital Real de modo que llegó a pasear por las obras como si dependiesen de ella. Pronto consiguió instalarse en unas habitaciones situadas en el ala izquierda del edificio, con dos balcones y vistas a la plaza y al monte Pedroso. En su encaprichamiento, mandó detener las obras en sus habitaciones, no quería ver ni a un obrero en ellas.No era tonta Lola, cualidad que suelen tener estas mujeres.
Luego, transformó sus habitaciones en un lugar de lujo, donde no pocos compostelanos querían ser recibidos. Ella, los agasajaba con mesa y bodega, música, cantos y jaleos que se prolongaban hasta bien entrado el amanecer. El dinero para atender los gastos salía del presupuesto de las obras, que llegó a agotarse y fue preciso detenerlas cuando aún no habían terminado.
COEXISTEN AMBOS TIPOS DE ACCESO AL
 BALCÓN. A NADIE IMPORTA
Se nota la detención de la reforma, pues los balcones que daban a las habitaciones de la Perillana quedaron sin modificar, como se ve cuando se mira la fachada con detenimiento.
Hoy muchos reniegan de ella, incluso han conseguido casi que se olvide. Para otros, yo entre ellos, su loca actividad consiguió dejarnos una prueba de cómo fueron esos balcones iniciales, por lo que le estamos agradecidos. Están alli, en la fachada, y los vemos sin necesidad de recurrir a grabados antiguos o a descripciones de terceros. Quien vaya hasta alli puede verlos.

sábado, 10 de enero de 2015

A VUELTAS CON LO DIVINO

SOLSTICIO DE INVIERNO, 2009
CATEDRAL DE SANTIAGO
Alguien me dice que el rayo presente en una foto mía, publicada aquí, le evoca la divinidad. La verdad es que lamento tal evocación, pues un fenómeno natural, perfectamente predecible, no debería evocar nada divino, que suele ser sinónimo de inusual, extraordinario, A los hombres de ciencia no les gusta la idea de un Dios contraviniendo las leyes naturales. “Dios no juega a los dados”, dijo Einstein cuando, admitiendo su existencia, rehusaba la idea de que rompiese las leyes naturales, impuestas por Él mismo, dando paso al azar.

Esto de Dios y las leyes que rigen la naturaleza ha sido objeto de muchas y profundas reflexiones por parte de filósofos y científicos. A la gente de la calle nunca le importó nada, si bien algunas veces persiguió de manera cruenta a quienes, se decía, alteraban el orden establecido. Otra cosa es decidir qué entendemos por “orden establecido”, claro, pero el favor popular es algo de lo que conviene dudar.
SOLSTICIO DE INVIERNO, 2011
CATEDRAL DE LUGO
Hablando de Dios, su Creación y sus leyes, Descartes dijo que al día siguiente de haber creado el Universo, Dios emitió las leyes por las que se regiría, dejó todo funcionando de modo exacto, y se dedicó a otras cosas. A nosotros, decía Descartes, nos corresponde estudiar el modo en que las cosas funcionan y, al hacerlo, estamos estudiando la obra de Dios. A esto se llamó teología natural desde los tiempos de los Padres de la Iglesia.
El concepto de milagro, como alteración del orden establecido, nunca entró en las ideas de filósofos ni científicos. Jamás se rehusó exponer las propias ideas acerca de la divinidad y todos ellos, hasta el siglo XVIII, indicaron en sus obras sus respectivas ideas de Dios y de su incidencia en el mundo. A partir del siglo XIX, las creencias de los escritores pasan a ser algo personal, privado de cada uno. Por tanto, ya no se exponen en las obras científicas y no se pueden deducir a partir de ellas.
NO ES DIVINIDAD DEL BOSQUE
ES EL SOL TRAS UN ARBOL
De todos modos, eso de relacionar la divinidad con manifestaciones inesperadas o de bajísima frecuencia, ha sido una costumbre muy reiterada en la historia de nuestro pensamiento, desde las religiones más antiguas conocidas. Los primeros que se alzaron contra tal manera de pensar, fueron los filósofos jónicos que, ya en el siglo V aC, dijeron que los fenómenos naturales se tenían que explicar mediante causas naturales, que era preciso encontrar mediante el estudio. Como corroboración de lo que decían, predijeron un eclipse solar y acertaron.
No siempre los diferentes descubrimientos fueron objeto de alabanza. Muchos sabios sufrieron persecuciones de diversa índole. No voy a citar ningún nombre, pues no es ésta mi intención ahora. Pero no fueron pocas las veces en que se creyó que el avance científico atentaba contra la religión.
Es curiosa la dualidad, entre ciencia y creencia (a veces en forma de religión) y sus antagonismos. Las religiones, todas, tienden a tranquilizar a sus seguidores, relatándoles mitos que agradan y que contribuyen a hacer más llevaderas sus vidas. La ciencia se preocupa por explicar el entrono y lo que ocurre, sirviéndose de los conocimientos disponibles en cada momento histórico. Nunca la ciencia busca la tranquilidad ni la felicidad de sus seguidores, eso es cosa de cada cual y de su modo de acomodarse a la realidad. La ciencia, simplemente, ofrece interpretaciones pretendidamente fieles y, siempre, en constante revisión lógica, pues nuevos descubrimientos obligan a replantearse los conocimientos previos.
RAYO Y REFLEJO, 2009
ASOMBROSO, PERO NO DIVINO
Hay cosas que las tenemos bien sabidas: en invierno el sol está bajo en nuestro horizonte europeo. El rayo de la foto lo vemos gracias al llamado efecto Tyndall, que es el fenómeno físico que hace que las partículas coloidales presentes en una disolución o en un gas, sean visibles al dispersar la luz. Eso es lo que ocurre cuando ese rayo de sol atraviesa el interior de las catedrales. Si bien sólo entra en ellas en días del solsticio de invierno, cuando está bajo sobre el horizonte. Si vemos el rayo es porque hay polvo en suspensión, o humo en el aire de las catedrales y no creo que, en esto, tengan que mediar divinidades. De hecho, es un fenómeno predecible para esos dias con la única condición de que no haya nubes y, por tanto, luzca el sol.
Presento fotos de rayos de sol penetrando en las Catedrales de Lugo y Santiago. No hice más fotos de ese tipo, pues tampoco voy fotografiando rayos de sol que atraviesen cristales sin romperlos ni mancharlos.

Si a pesar de saber sus causas físicas, uno se siente sobrecogido por la belleza o por cualquier otro motivo personal, es algo muy respetable por mi parte, faltaría más. Sentirse emocionado ante algo bello, es una suerte que conviene cultivar, pues produce muchas sensaciones felices.

domingo, 4 de enero de 2015

CON LA COMPLICIDAD DEL SOL

En esto de fotografiar reflejos, a veces es preciso contar con la complicidad del sol. Si fotografío el suelo mojado, es conveniente tener en cuenta la dirección de la luz, claro. A veces tambíen es preciso programar la hora e, incluso, el día. El sol es un cómplice generoso, pero despiadado en sus tiempos. Me explico.

27 DE DICIEMBRE

Por ejemplo, en el solsticio de invierno (en estos días), el sol, muy bajo sobre el horizonte, entra en la nave transversal de nuestra catedral a través del rosetón que hay en la fachada de Platerías, proyectando un rayo de luz en el suelo. Si el interior del templo tiene polvo en suspensión, o hay humo por efecto del botafumeiro, el rayo de luz se ve perfectamente definido, generando un efecto hermoso, espectacular. La foto que traigo aquí la hice un 27 de diciembre y vemos que terminaba de funcionar el botafumeiro. Su humo resultó ser un buen aliado de mi foto.


SANTIAGO, 14 DE ENERO
Un 14 de enero hice la foto en la que el reflejo se proyecta en una pared. El solsticio quedaba algo atrás, pero el sol seguía bajo. Al atardecer, temprano, incidía en un frente de galerías, cuyo reflejo rebotaba en la pared blanca que vemos, a través de los árboles desnudos. Más adelante, febrero o marzo, el sol ya ha subido lo suficiente como para no reflejarse en las galerías y, por tanto, ya no hay posibilidad de hacer esta foto.

Siempre me gustaron los ventanales reflejando la luz del sol. Galerías o ventanas son igualmente agradecidas en este plan de sacarles su belleza en unos momentos efímeros, especialmente del atardecer.

LUGO, RÚA NOVA
En Lugo, el sol de una mañana otoñal se recreaba en esta superficie de Rúa Nova, Un balcón que siempre me gustó por lo atrevido de su saliente, si bien tiene una buena peana sobre la que descansar. El efecto era bonito, como se puede comprobar (o a mi así me lo pareció).

LUGO, PRAZA DO CAMPO
También en una tarde de noviembre, pero en la Praza do Campo, hice la foto de ese balcón, pues me gustaba el modo en que el sol incidía sobre él. Luego me gustó ver que el dibujo de la barandilla se proyecta sobre la pared.
De nuevo en Santiago, a nadie le sorprendo si le digo que las rúas son fuente inagotable de fotos bonitas. Aunque en no todas las fachadas se refleja el sol del atardecer, hay suficientes vericuetos en las filas de casas (jardin, iglesia, bocacalles, etc.) que permiten el paso del sol entre ellas y, por tanto, la formación de reflejos. Traigo dos que me gustan mucho. 

RÚA COMPOSTELANA
Una, por estar todas las ventanas encendidas de reflejos. También está hecha en una tarde de enero.

OCTUBRE, 2014

La otra tiene la Torre del Reloj, con ventanas que, dada la hora, ya casi no se distinguen, a no ser por reflejar en ellas la luz de un atardecer tardío. ¿Es preciso que diga más?