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domingo, 3 de junio de 2018

Visitando a Chaira luguesa

Para muchos, Galicia es una zona llena de verdes montes y verdes valles, un tópico que se confirma en un amplio porcentaje del territorio gallego. Pero hay una zona en la provincia de Lugo a la que los lucenses llamamos A Chaira (La Llanura) y en el resto de Galicia se le conoce como  A Terra Chá (La Tierra Llana).

También es Galicia, A Chaira
Es una amplia meseta que se extiende por un área situada hacia el noroeste de la provincia. Para mi es hermosa y sobrecogedora.



Los muros rezuman vida y humedad
Cuando el cielo está bajo, lluvioso, a lo lejos se llega a confundir con sus horizontes lejanos y difuminados. Me recuerda Holanda o Bélgica y me trae a la mente aquella canción, Le Plat Pais, con la que conocí a Jacques Brel siendo yo un estudiante de 23 años en Barcelona. “Con un cielo tan bajo/ que provoca humildad; con un cielo tan gris/ que hay que perdonarle…” decía, o susurraba,  Jacques Brel y ahora lo recuerdo al estar en A Chaira…
Cada vez que paseo por ella la veo diferente y siempre hermosa. Hoy anduve por allí. Hay infinidad de ríos (“el país de los mil ríos”, fue llamada por Álvaro Cunqueiro, un escritor mindoniense recordado con cariño y respeto, ambos sentimientos mezclados). Tarde o temprano, todos ellos van a verter sus aguas al Miño, que pasa como recién nacido y ganando caudal gracias a sus aportes. Ríos de nombres cantarines: Rego dos Chaos, Río Anllo, Rego de Pumar, Río de Guisande… y cientos de ellos más, todos capaces de generar mil morriñas en quienes están alejados, ellos sabrán las causas.
Cita anual con los polinizadores
Es ésta una comarca rica en casas, casonas rurales, pequeñas capillas y cruceiros peculiares en su estructura. Hay varios núcleos de población con sus ferias, mas o menos mermadas, pero que antaño fueron centros de venta de ganado vacuno, derivados de leche y complementos. En la actualidad producen más de un queso con denominación de origen (Tetilla, San Simón). Hay otros productos gastronómicos con merecida fama, como pueden ser los navideños capones de Vilalba.
  Hoy el buen tiempo empezaba a brotar por todas partes. En los árboles frutales las flores ya están con sus corolas abiertas a insectos o al viento, como ofrecidas a los polinizadores. En un suelo, aún ayer anegado por la riada, aparecen hoy margaritas y dientes de león. Con relación a este último siempre me llamó la atención la amenaza de las madres para que sus hijos no jugasen con sus flores, pues de hacerlo se orinarían de noche en la cama. Hoy relaciono esta amenaza como un deseo materno de conjurar el peligro de una mancha indeleble de látex en la ropa infantil. Sea como sea, allí estaban los dientes de león esperando tentadores a unos niños que aún tardarán tiempo en aparecer. Aunque los frutales están en flor, no ocurre así con los abedules, carballos, ameneiros y otros árboles endémicos. En ellos ni todavía verdean las ramas.
Tentador diente de león
En Feira do Monte hay una bonita laguna, a Lagoa de Cospeito, algo dejada por la administración, lo cual casi es una suerte desde el punto de vista de su conservación. En esta laguna y en muchos humedales circundantes, es posible ver un amplio grupo de aves propias de estos hábitats. Pero eso será más adelante, cuando la primavera esté bien asentada y hayan llegado las aves migratorias a pasar aquí el verano.
En Xustás hemos visto jace unos años una amplia bandada de cigüeñas comiendo en un barrizal. También a principios de febrero de este año, vimos una pareja de ellas en su nido cerca de Feira do Monte, en Tamoga. Hace aún pocos años eran desconocidas por aquí, pero desde un tiempo a esta parte, eligen estas zonas para pasar sus veranos. Tal vez les guste, tal vez están cómodas por aquí. Es posible que, aunque no sepan nada del cambio climático, lo noten en su fisiología y hayan ampliado su área de veraneo debido a él. Lo que no han ampliado es su calendario de migración. El refrán nos dice que “por san Blas, la cigüeña verás” y allí estaban ese día, el martes de carnaval, puntuales a su cita.

Laguna de Cospeito
El verano está en puertas y, aunque sabemos que tienen que venir días malos, queremos creer que lo peor de este invierno ya (casi) ha pasado. Para ver esta primavera entrante y disfrutar con su llegada, merece la pena una visita a esta comarca, A Chaira.
Los frutales en flor polinizados por el viento... ¡Vaya con la intuición popular! Recuerdo una canción que trata de un viento enamorado de una rosa...  Ay mi rosa de la Alhambra/ rosa de la morería / haré lo que tu me pidas / con tal de que seas mía...


viernes, 26 de enero de 2018

En Carboeiro, mi Carboeiro.

Conocí Carboeiro en años tempranos de la década de 1970. Desde entonces y durante bastante tiempo, fui asiduo visitante del monasterio. Mas bien, de lo que quedaba de él, que no era poco.
Situado sobre un abrupto alcor rodeado casi en su totalidad por un meandro encajado del río Deza, su situación le presta una apariencia temible. Eso es lo que parece hoy, no quiero pensar cómo se le vería en el siglo XIII, cuando era poderoso y para acceder a él se hacía a través de empinadas calzadas tal vez romanas.

CALZADA DE ACCESO  EN 1975
HOY DESAPARECIDA
Lo que quedaba del monasterio nos hablaba de una iglesia de planta basilical, con tres naves, girola y cripta. La girola es pequeña, con sólo tres capillas absidales, una de ellas con restos de frescos en sus paredes. La cripta es amplia y sirve para proporcionar una buena planta para construir sobre ella la iglesia, que tiene las naves cortas. Del resto del monasterio sólo quedaba en buen estado (es un decir) el palomar. Cuando llegó la noticia de su restauración, desconfié del modo en que se haría y no fui más por allí.


1975. Yo en la entrada a Carboeiro
Volví en 2010 con unos amigos, pero nos lo encontramos cerrado. Hace unos días he estado de nuevo en Carboeiro con motivo de una boda y lo recorrí con avidez. Me gustó la restauración. Donde no se pudo poner la piedra ausente, se sustituyó con madera figurando arcos y nervaduras, haciendo patente lo original y lo postizo. El suelo se ha dejado de tierra batida, tal vez sabiendo que a nadie gustaría la solución a la que se recurriese. En la nave central se ha situado una tarima móvil para conferir horizontalidad a los actos que se celebren. 



Al acceder nos encontramos este espacio acogedor

Todo bien reconstruido para los ojos de un profano, que es lo que soy. Qué grandiosidad en la iglesia, y no en la superficie de la planta, sino en la altura. Ya dije que es pequeña, pero es alta y esbelta. Una esbeltez bien conseguida gracias a los múltiples arcos y columnas que se esparcen por las naves. Y si los arcos de las naves son de medio punto, los de la girola comienzan a apuntar, como todos los que se construirán poco tiempo más tarde. El gótico está en puertas.


No hay dos iguales. En el techo, la madera substituye
a la piedra en la reconstrucción
Sí, me asombró la grandiosidad del templo y lo mismo me ocurrió con la profusión de capiteles, ninguno de ellos repetido y todos con decoración vegetal, lejos ya de los historiados del románico con vocaciones doctrinales. También en los capiteles se vislumbra un nuevo estilo que llega. Paseando por las naves y viendo capiteles, pienso que a los fieles de entonces no les debía extrañar ver tanto vegetal hecho piedra después de haber visto tanta frondosidad rodeando Carboeiro. El bosque se hizo piedra.



Evocaciones al Maestro Mateo

Mucha grandiosidad en la iglesia abacial y nada alrededor. La iglesia muestra riqueza, pero ¿cuál era su fuente? Un monasterio solitario, sin huertos que veamos, sin amplios caminos de acceso para llevar y traer, sólo dos calzadas medievales para llegar a él. Ninguna aldea de colonos o siervos, nada de nada. ¿De qué vivían estos ricos monjes? Un amigo, Darío, me dice que, sobre 1980, él ha visto a mujeres peneirando las arenas del río Deza. Intentaban sacar oro de ellas utilizando los artilugios que conocemos de las películas de buscadores de oro. En gallego, un peneiro es un cernidor y las mujeres cernían las arenas buscando oro. Tal vez un delicado oficio para unos monjes de suntuosa iglesia y pequeño monasterio, no lo sé. Pero en aquellas lejanías de entonces debía ser muy caro un portal con evocaciones al Maestro Mateo y el monasterio tenía cómo costearlo.

Otra versión sobre el origen del nombre, nos habla de la función de los monjes, fabricar carbón vegetal para enviarlo a la Abadía que les gobernaba, San Martín Pinario, en Santiago de Compostela. No lo sé.



¡Qué bonito está Carboeiro! Aconsejo a quien pueda ir que no deje de hacerlo, pero que antes se entere del horario de visitas y no les ocurra lo que a mí en enero de 2010.

+ + +

¿Y qué más? Hay mucho más, pues en cuanto llegué me asaltaron miles de recuerdos de amigos y amigos con quienes estuve allí en otros tiempos. Atropelladamente se me agolparon situaciones, conversaciones, detalles, mil cosas que traían de nuevo a mi memoria multitud de momentos compartidos con aquellos a quienes quise y sigo queriendo en el recuerdo.


 Alrededor de Carboeiro, 1975
     Nombres de personas que fueron importantes para mi y de los que ahora no sé nada. O tal vez sí, de varios conozco por dónde van sus vidas, pero allí, en Carboeiro, sentí intensamente la ausencia de muchos de ellos. Qué habría sido de nosotros de haber seguido en contacto. De qué hablaríamos en estos tiempos, cuáles serán sus preocupaciones actuales. 

Con relación a muchos de ellos, no sé responder a estas preguntas. Pero con relación a otros, Ángel, Darío, Marisa, José Manuel, Antonio y algunos más, sí sé responder. Seguimos charlando y compartiendo preocupaciones.

Pero, en general, como dijo nuestro amigo Pablo, “Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos”.

Nota: Me dicen que muchas de las esculturas que faltan, están en el Museo Marés, un Museo privado situado en Barcelona. Llegaron al Museo como consecuencia de una compra legal, y allí están dignamente custodiadas.


sábado, 9 de diciembre de 2017

POR EL CAMINO DE SANTIAGO (vii) o CEBREIRO

Con motivo de su quinto cumpleaños, el Paseante Silencioso sigue trayendo de nuevo aquí aquellas entradas que, por  un motivo o por otro, más le han gustado




POR EL CAMINO DE SANTIAGO (vii) o CEBREIRO        

 Es el lugar del Camino que más veces he visitado en Galicia.
EL SANTUARIO
Siempre me ha impresionado estar allí y me ha provocado miles de sensaciones el andar de nuevo por su calle o entrar en su Santuario. La aldea está situada sobre la cresta de una montaña que allí hace las veces de límite de Galicia. Hacia el oeste vemos valles bercianos y hacia el este, los valles son gallegos.  

    
Estamos en una zona de alta montaña con las últimas presencias espontáneas de algunas especies vegetales alpinas, como el capudre (serval de los pastores) o el acibro (acebo). Hay también abundantes bosques de diversos caducifolios, que nos regalan otoños muy coloristas.

VISTA GENERAL DEL LUGAR
El poblado se nos presenta como una sucesión, en cierto modo anárquica, de casas y pallozas (edificaciones de planta mas o menos circular, techumbre de paja y orígenes prehistóricos), muchas de ellas dedicadas a hostelería. Al final de la única calle, ligeramente empinada, encontramos una pequeña explanada, con algunas tiendas de recuerdos y, cerrando todo, el santuario y una hostería que no funciona desde hace algunos años.

PALLOZA
En cuanto al poblado, sabemos que está reconstruido sobre restos anteriores, o incluso sin restos sobre los que reedificar. El conjunto es armónico y tal vez reproduzca con cierta fidelidad al que pudo haber existido en el siglo XIII, por citar un siglo. Pero la sensación de bienestar no se puede improvisar y allí se siente, como la alegría de haber llegado tras una larga jornada de caminata. El ambiente de reposo, la serenidad que confieren los montes, el notar que se empieza a palpar la cercanía de Compostela, todo eso impregna el ánimo de los peregrinos que se mueven por la calle, que van al santuario y que, después de haber repuesto fuerzas, siguen Camino.

INTERIOR DEL SANTUARIO
En el Cebreiro, para el caminante lo más atractivo es su santuario. Es el edificio más antiguo del Camino y nadie me ha dicho si eso es en cuanto a la fábrica del edificio, o en cuanto a lugar de oración. Es un edificio sin lugar a florituras, resto de un antiguo monasterio, fundado por el conde de Aurillac, que disponía de hostelería y hospital anexos para atender a los peregrinos. La leyenda dice que en días adversos, los monjes hacían sonar las campanas para que orientasen a quienes andaban por los caminos. 
El templo, con restos prerrománicos, tiene tres naves amplias, y tres ábsides cuadradas con ventanales pequeños, tal vez debido a los rigores del invierno. Todo recio, no hay lugar para lo estilizado ni lo airoso y sin embargo, en el interior se define un ambiente de profunda quietud y sosiego. Parece hacerse realidad el tópico de estar en otro mundo, pero aquí casi es cierto. En el altar mayor hay un cristo gótico, aunque en lo que a tallas se refiere, la joya es la imagen románica de la Virgen, del siglo XII, que aún los del lugar la sacan en procesión en el día de su fiesta, el 12 de septiembre.

CON MANTO, PARA SALIR DE PROCESIÓN
La leyenda, siempre ella, nos habla del milagro que conmovió a Europa entera en aquellos tiempos oscuros, cuando había dragones que encerraban princesas y culebras habladoras. Cuenta que al cura de O Cebreiro, hombre de poca fe, le resultaba increíble que un lugareño, de nombre Juan Santín, de Barxamaior, subiese al santuario a escuchar misa, solo por ver hacer unas cosas con un trozo de pan y un poco de vino. Lo volvió a pensar un día de fuerte nevada, con el aldeano como único asistente, cuando la hostia se puso de color rojo y se transformó en un trozo de carne, mientras que el vino se transformaba en sangre. Se dice que el oficiante cayó muerto al momento (las leyendas pueden ser así de crueles). En una urna blindada están las ampollas que guardan los restos de la sangre, además del cáliz de plata y una patena, también de plata, ambos del siglo XII.

URNA BLINDADA CON LAS RELIQUIAS

 La leyenda corrió por toda Europa, para eso era, y dicen que Wagner se inspiró en ella para componer Parsifal. Los Reyes Católicos pasaron por el santuario, camino de Compostela y regalaron las ampollas para guardar en ellas los restos de la sangre.
Frente al altar del milagro, hay un reclinatorio con libros de oraciones escritos en muchos de los idiomas más frecuentes entre los peregrinos. Los libros muestran señales de ser muy utilizados. También a los pies de la imagen de la Virgen hay múltiples velas encendidas que nos hablan de devociones y devotos. Esas velas no me gustan mucho, pues generan un aire ascendente cálido, que no creo que sean muy convenientes para la conservación de una talla de madera del siglo XII.

TEMPORADA DE PEREGRINOS
Hoy, O Cebreiro guarda esos tesoros religiosos con devoción. Pero por encima de todo, es una comunidad pujante de vecinos, que atienden a los peregrinos con todas las cualidades (y vicios) que ya el Códice Calixtino atribuía a los mesoneros en lo que al trato a los peregrinos se refiere. Pero el  lugar es tan hermoso, es tan posible el recogimiento entre tanta grandiosidad, que yo, la verdad, me siento privilegiado por vivir cerca de este sitio y poder volver a él con frecuencia. Casi siempre que quiero.
VALLES GALLEGOS
VALLES BERCIANOS



martes, 9 de febrero de 2016

Asombrado, emocionado...

A veces siento como que me faltan palabras para comentar lo que quiero con la dimensión deseada. Transmitir, por ejemplo, la cantidad de asombro, la dimensión de una emoción o la profundidad de una gratitud.

Si hace días paseaba por el claustro del Museo Provincial de Lugo, donde disfrutaba de la sensación de estar en otro mundo, en estos días pasados he visitado en Lugo la sede de ASPNAIS, donde he vuelto a vivir ese sentimiento. ¿Que qué es ASPNAIS? Sus siglas nos hablan de una “Asociación de padres o tutores de personas con discapacidad intelectual de Lugo”. Una asociación con raigambre lucense que, aunque cuenta con el medio siglo largo de edad, nunca se me había brindado la posibilidad de conocerla de cerca, de adentrarme en sus labores que, como suele ocurrir en estos casos, son calladas, casi ocultas, pero eficaces y sorprendentes.

DISPUESTO PARA DECORAR
Nada más entrar en el lugar, me acometieron varias sensaciones, aparte la ya comentada de estar adentrándome en otro mundo. Me sorprendí, me asombré y me emocioné de modo profundo. Voy a explicar el por qué.

Las personas allí presentes desarrollaban su trabajo con una dedicación total. Trabajos que no requerían mayores luces intelectuales, es posible, pero a los que ellos dedicaban toda su inteligencia e ilusión. No eran trabajos cualesquiera, no. Había envasado de productos, fabricación de elementos de limpieza doméstica, decoración de cerámicas y bandejas, fabricación de velas y jabones, trabajos diversos de carpintería (platos de pulpo, muebles, caballetes), labores de lavandería y planchado, jardinería y un largo etcétera que no menciono por haberme olvidado de muchos de ellos. Todo nos lo enseñaron muchachos residentes allí que tal vez (y sin tal vez) careciesen de la soltura de lenguaje que se podía pedir, pero que se esforzaban en hacerlo bien con una dignidad que era capaz de infundir en los visitantes un tremendo respeto.

PIEZAS DE MADERA

Las cosas, los criterios, cambian, tal vez no con la rapidez que se requiere, pero todos recordamos cuando estas personas eran consideradas como inútiles totales. Hoy las calificamos como discapacitados intelectuales. Se les considera de ese modo, discapacitados, pero no carentes. La mayoría de los allí presentes realizan trabajos útiles para los demás, si bien hay algunos cuyo nivel intelectual es tan limitado, que no pueden integrase en estas actividades, pasando su tiempo con ocupaciones encaminadas a la propia distracción. Eran los menos.

CARPINTERÍA
Cómo me emocionó ver con qué mimo escogían colores para decorar, cómo se esmeraban con la ropa para lavar, o con qué cuidado manejaban las máquinas con las que hacer trabajos de carpintería. Pero lo que más me emocionó, lo que aún tengo clavado en mi memoria, y no quiero borrar de ella, fueron las profundas miradas de todos ellos, los ojos agradecidos, amigos, cariñosos, confiados. Pero también ojos que nos formulaban preguntas, las de siempre, para las que difícilmente disponemos de respuesta adecuada. Aquellos ojos, creo, eran capaces de traspasar sentimientos. 

MÁS PIEZAS
Luego, directivos del Centro nos explicaron todo cuanto quisimos saber. Éramos un grupo de 18 visitantes y las preguntas surgieron a borbotones. En contra de lo que muchos piensan, estas personas no sólo son niños, también los hay adolescentes, jóvenes y adultos. Todos con sus sentimientos y necesidades diversas, las propias de cada edad. Nos hablaron de las actividades que se desarrollan en el centro y fuera de él, siempre encaminadas a conferirles seguridad en lo que hacen y a saberse útiles, dentro de sus posibilidades, a una sociedad en la que, es posible, muchas veces se les olvida.

La visita fue un continuo ir de emoción en emoción. Hasta hoy. Porque, en el fondo, uno (yo en este caso), se siente privilegiado por ser como es sin mérito personal ninguno que justifique haber sido agraciado en esta lotería biológica. La biología y la herencia tienen esas cosas y, aunque de momento no vemos una solución a corto plazo, reitero la idea que desde siempre me ha acompañado: que la ciencia, la sociedad y la medicina, no pueden negar su ayuda a quienes más necesitan de ellas. 

Algo que me gusta poder decir en voz muy alta.


PIEZAS TERMINADAS

He puesto fotos de las instalaciones de ASPNAIS y de las mesas de trabajo. He rehuido poner fotos de personas por respeto a ellas.


sábado, 13 de diciembre de 2014

NAVIDAD, 2014

Cuando ocurrió el accidente del Alvia, en Galicia se colmaron las necesidades de sangre en unas horas. Pocos días más tarde, autocares del Servicio Galego de Saúde anduvieron por toda la Comunidad recogiendo más sangre, para que nadie que quisiese dar, quedase sin hacerlo. De la actuación de los vecinos de Angrois no digo nada, todos vimos su comportamiento gracias a los diversos canales de TV.

Sigo en esta tierra, la mía. Cuando las costas atlánticas se colmaron de chapapote a causa del Prestige, vino una marea blanca, solidaria, que ayudó a limpiar y rehacer lo que parecía imposible de conseguir. Incluso una cadena de TV, lógicamente privada, se instaló en A Costa da Morte, para transmitir desde allí sus telediarios de la noche.
En toda España hay ejemplos similares. Con esto de la crisis que estamos viviendo, maldita crisis, en este país la solidaridad se ha desbordado. Y si no, que nos lo digan los organizadores de la recogida de alimentos de hace unos días, que superaron, con mucho, las expectativas de recogida más ambiciosas.
Estamos en una época muy mala, para unos más que para otros, pero no he visto movimientos de crispación callejeros, ni algaradas violentas. Parece que estemos hechos para aguantar, aunque las provocaciones de algunos parezcan no tener límite.
Somos una gente profundamente solidaria, sin importarnos cómo sea el beneficiado de nuestras actuaciones. Nos duele ver cómo hay quienes lo pasan muy mal. En esos casos, acudimos como por ensalmo a ayudar a quien sea para, al menos, paliar lo que en ese momento colma su capacidad de resistencia.

Solidarios, generosos, respetuosos, así somos y me enorgullece sentirlo en
todos quienes, por ejemplo, responden ante cualquier petición de ayuda solidaria. En esos casos, muchos, dejamos de parecer el país desestructurado que dicen que vamos camino de ser, para semejar más a una gente que sabe perfectamente lo que quiere y cómo conseguirlo.
Todos sabemos que se dijo del Cid aquello de “qué buen vasallo si tuviese gran señor…” Creo que hoy se podría aplicar a la casi totalidad de españoles, a la espera de alguien que, con palabras sanas y sin doblez, lidere esta comunidad buscando un futuro, en el que el bienestar no sea un patrimonio de gente cada vez menos numerosa. Lo deseo de corazón, tal vez
necesito creer que así será.
Leyendo el Evangelio, veo que el capítulo II de S. Lucas nos dice que aquella noche, después de anunciar a los pastores lo que había ocurrido en Belén, los Ángeles cantaron “Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad”. Reparo en que los hombres carentes de buena voluntad quedaban fuera de ese deseo.
Entramos en una Navidad más sin brotes verdes, por más que insistan en que sí. Para mí, siempre estarán compartiendo buena voluntad mis referentes familiares y mis amigos. A ellos les deseo lo mejor, e intentaré hacer para que así sea a lo largo del año que está en puertas.
A los demás también deseo cosas buenas, a cada uno según su cuota de bondad, honradez y solidaridad. Y si no hubo nada eso en sus vidas, supongo que, a estas alturas, ya están servidos.
Ojalá el año 2015 nos traiga luces y esperanzas nuevas y concretas.


sábado, 31 de mayo de 2014

THE WAY -- EL CAMINO

UN DESCANSO
Veo una película sobre El Camino, éste es su título, que me llega rodeada de muy buenos comentarios por parte de amigos, en cuyo criterio tengo gran confianza.
Tanto me la han ensalzado que, es lógico, espero mucho de ella, sin tener en cuenta que puede ser una visión parcial de lo que El Camino representa para alguien, que no tiene que coincidir con la mía.

Con las primeras escenas me confundo, veo todo como mezclado y con una especie de dispersión que no me lleva a nada. Pero tras un saludo muy conocido para mí, entrañable más bien, “Buen Camino”, todo cambia.
CERCA DE PONTEFURELOS
Y dejo la mente volar, mientras veo imágenes evocadoras. ¡Qué cantidad de recuerdos trae consigo este saludo! Viene a ser como una contraseña mágica, que me transporta a otro mundo, a otro modo de ver las cosas, las gentes y el entorno. Es como un parámetro diferente con el que analizar todo.
Recuerdo, lo he dicho aquí, que la primera vez que me saludaron de este modo fue en Pontefurelos. Estabámos mis primos, Paco y Salud, y yo. Al salir de un tabernucho nos abrigó el saludo del tabernero y a los tres nos llegó al sentimiento. Desde entonces, esas dos palabras, “Buen Camino”, me acompañan cuando paso por esta ruta soñada, querida y añorada por miles de personas de todo el mundo.
“Buen Camino”, un saludo que unos queridos amigos míos
ROMÁNICO DEL CAMINO
acaban de oír en Manhattan, dirigido a ellos al saber que eran de esta tierra. Eso, hacia el oeste. Seguro que a miles de kilómetros al este, también hay quien salude con cariño a alguien de esta tierra con esas dos benditas palabras.
El Camino, pasado, presente y futuro nuestro y de todos quienes quieran sanamente compartirlo. Rememoro villas, pueblos y aldeas con casas a punto de caerse, pero testigos de gente de aquí y de allí unidas por un mismo afán, el Camino y llegar, cada uno con su motivo, como se dice en la película que, a estas alturas, ya me ha emocionado un montón de veces.
MONTE DO GOZO
YA SE VE COMPOSTELA
Lo que más conmueve de ella (hasta las lágrimas) es que, al ser preguntado por la cuasa de su andadura, el protagonista no sabe qué contestar. ¡Qué cercano lo encuentro en ese momento!
Muchas veces, en la grandiosidad compostelana, evoco las casuchas y callejas de Triacastela, Liñares, Leboreiro y otras tantas. Vírgenes con leyendas milagrosas, fuentes con fama de curar males o puentes con diablos vigilantes. Todo eso ha quedado atrás cuando se está en Compostela. Como en un tablero de la Oca, las dificultades se han superado y ya se está en el sitio de cada uno, porque cada uno de nosotros tiene el suyo.
TIEMPO PARA LA INTIMIDAD
Luego, hay que volver al lugar de cada cual y vivir una vida renovada. Porque si seguimos con la de antes, de nada ha servido caminar.

Buen Camino, amigos.





COMO RECUERDO, UN AMANECER EN CUALQUIER
LUGAR DEL CAMINO



viernes, 9 de mayo de 2014

OFRENDAS FLORALES

FLORES COMO REGALO
Hablando de flores, siempre es necesario comentar una utilidad que se les ha dado, digamos, desde siempre: como ofrenda. Desconozco la causa de este proceder, pero tal vez su belleza unida al carácter efímero que poseen, pueden hacer que las flores sean considerados elementos preciados. En este sentido, utilizarlas como ofrenda queda muy apropiado en determinadas culturas en las que no se persigue más finalidad que agradar a quien se ofrenda algo y a quien, de este modo, el oferente considera superior.
A veces, las ofrendas de flores van acompañadas de textos famosos, como el célebre calambur de
PETALADA A LA ESPERANZA DE TRIANA
SEVILLA
Quevedo, “Entre el clavel y la rosa, Su Majestad escoja…” Otros no son tan ingeniosos y mas bien rezuman cursilería, como aquel, del que nadie quiere asumir su paternidad: “flores para la más bella flor…” Recuerdo que en Los Gavilanes, una zarzuela que me acompaña a lo largo de muchos momentos de mi vida, hay una hermosa romanza que es una dedicatoria “Flor roja, como la sangre que hay en mis venas…” Pero no es plan el meterme por el campo de la lírica, pues habría múltiples ejemplos de dedicatorias acertadas. El caso que quiero comentar es la ofrenda de flores en sí misma.
Ya en una ofrenda famosa en la historia, “Oro, incienso y mirra”, entre otros elementos valiosos, se ofrenda algo perecedero: el incienso. Mientras no se quema, su valor es potencial, pero al comenzar a arder, aparece todo su valor, así como su carácter perecedero. Valor y transitoriedad, esos son caracteres que considero importantes en algunos tipos de ofrenda. Algo que poseen las flores.

PROCESIÓN DE CORPUS CHRISTI
Todos tenemos memoria de ofrendas florales transformadas en ritos anuales. Por ejemplo, las flores del día primero de noviembre. O los mantos florales de algunas vírgenes (del Pilar, de los Desamparados), que se hacen con el aporte de la gente en un acto largo, bonito y lleno de significado para quienes intervienen. Sin quererlo, mezclo ofrenda floral con religiones, porque, aparte de las flores regaladas a quienes se quiere, las flores como ofrenda han quedado relegadas al ámbito religioso. (También al protocolario, pero eso mejor ni comentarlo).
Suelo decir que como ofrenda religiosa, las flores pueden caer del cielo o estar en el suelo. Y no exagero ni pretendo confundir. Mucho menos reírme o menospreciar.
ALFOMBRA FLORAL DE CORPUS
ARES, 2012
Cuando caen del cielo, lo hacen en forma de lluvia de pétalos (“petalada” le llaman en algunas partes, aunque no me gusta nada ese término), que se lanzan desde balcones y azoteas sobre entidades veneradas que, en ese momento, van en procesión. Los efectos, cuando la calle es estrecha, suele ser espectacular si, además, esta lluvia se mezcla con música y los olores agradables de los mismos pétalos. Recuerdo las procesiones de Corpus Christi, o las de la Macarenao la Esperanzade Triana en la Semana Santasevillana, en que se logran efectos, ya digo, espectaculares.
He dicho que las flores, como ofrenda, también pueden estar en el suelo. En este caso, y con sus orígenes en fiestas en honor al dios griego Dionisos, la tradición viene de muy antiguo. Me refiero a las alfombras florales de las
HACIENDO LAS ALFOMBRAS, YA CASI
TERMINADAS. CON CUIDADO...
procesiones de Corpus Christi. Puesto que la tradición viene de Grecia, estas alfombras son propias de los países mediterráneos a los que llegó su influencia cultural. En Galicia tenemos múltiples ejemplos de ellas, todas hermosas y encomiables. Ponteares, Ares, Arzúa y muchos otros lugares, adornan sus calles para el paso de sus procesiones de Corpus.
Las alfombras florales me gustan como tradición. Pero también me gustan mucho, por otra parte, porque representan un reducto de trabajo colectivo realizado con un mismo fin. Me explico: todo comienza con un concurso de diseños, donde ya participan muchos vecinos y un jurado. Una vez seleccionados los diseños, es preciso determinar la cantidad de flores necesarias, lo cual precisa de nuevos trabajos en comunidad. Hay que acopiarlas, conviene trazar los patrones en el suelo y rellenar los espacios diseñados con las flores adecuadas y sus colores determinados, siempre agachados o arrodillados. Para hacer esto, los mejores son los jóvenes por la agilidad que conllevan los pocos años. Trabajo y personas diversas, todos juntos conviviendo en las calles con camaradería y eficacia. Una vez hechas, la mañana de Corpus, se disfrutará y compartirá la alegría del trabajo bien hecho y ensalzado por los demás.
ALFOMBRA DE ARES, 2012
Al evocar las procesiones de Corpus, no puedo dejar de hacerlo rodeando todo aquello con un halo de magia. Las flores, la música y el olor a incienso se confunden en mi memoria sin poder discernir entre las cosas reales y las inventadas por el niño que yo era entonces. Todo eso impactó tanto mi recuerdo, que en cierta ocasión me pidieron, en algo similar a una encuesta, que indicase tres recuerdos entrañables de mi infancia. Los encuestadores quedaron algo perplejos cuando uno de ellos fue una procesión de Corpus. Otro, una cabalgata de Reyes. El tercero era una mañana de Reyes en que me encontré determinado juguete.

Mientras, las flores siguen siendo objeto de ofrendas.

Añado dos vídeos de lluvias de pétalos. Uno de ellos, en la Semana Santa de Sevilla de 2008, a la Esperanza de Triana:
https://www.youtube.com/watch?v=l4WYWK1BZQ8

Y de la procesión de Corpus en Granada en 2009
https://www.youtube.com/watch?v=lcz4yI-k7Ug&feature=youtu.be

miércoles, 23 de abril de 2014

ENSOÑACIONES EN ITÁLICA

EVOCACIONES, EVOCACIONES
A veces no queda mal desconectar con el entorno e irse a las raíces de uno mismo. En ese sentido, visitar Itálica es algo que siempre me ha venido muy bien cuando estoy en Sevilla.

Cada visita es singular por causas muy concretas, pues aunque el monumento no cambia, soy yo quien va cambiando y veo las cosas de diferente manera. Por eso en Itálica, como en otros lugares que me impresionan, me encuentro conmigo mismo, con el que soy y con el que fui.

En esta ocasión dejé la cámara de fotos en el hotel, ya tengo suficientes fotos de allí, e iba dispuesto a no dejarme entretener buscando encuadres o atractivos juegos de luz, que pudiese encontrar.

Éramos pocos los que estábamos aquel sábado. Los más, una excursión de jubilados a quienes llevaban, traían y terminaron subiendo a un bus para irse a otra parte con su bullicio.

Entonces, se implantó un silencio que fue como un regalo. En aquel sosiego era hermoso pasear por la ciudad, o por lo que  fue. 
Entre ruinas y lo que queda de columnas y estatuas, es sencillo imaginarse la ciudad en pleno esplendor, antes de que desde Sevilla se saquease todo cuanto se pudo saquear en cuanto se pudo hacer. Columnas y capiteles de Itálica los podemos ver hoy, con ojos perspicaces, por diversas calles o patios sevillanos. Pero nunca me rasgo las vestiduras por eso, también ha sido un modo de preservar esas piezas. Sucedió como ocurre en todas las ciudades en las que una cultura substituye a otra y se sigue con el juego de vencedores y vencidos. Juego cíclico donde los haya y en el que el vencedor de hoy no tiene claro qué papel jugará mañana.

No puedo dejar de evocar aquello de "éstos, Fabio, ¡ay dolor! que ves ahora campos de soledad, mustio collado..." Canto a las ruinas de Itálica. Y a las de tal sitio y a las de tal otro. ¿Tenemos que esperar que se arruinen para mostrarles nuestra preocupación y respeto? A veces me asombra ver qué iguales somos a nosotros mismos por mucho que transcurra el tiempo.
JUGARÍA ADRIANO POR ESTA CALLE,
O TRAJANO, O TEODOSIO?

Tres emperadores nacieron en Itálica: Trajano, fundador de Triana, Adriano y Teodosio. Los imagino cuando fueron niños, correteando por el empedrado de las calles. ¿Qué idioma utilizarían? Latín, naturalmente, pero me gusta pensar que "su" latín tendría un gracejo especial que les identificase como procedentes de la Bética cuando llegaban a Roma. Como hoy. No vamos a pensar que en todo el Imperio se hablaba con la misma entonación. 
LES GUSTARON Y NOS GUSTAN

En ciudades como ésta, y en otras tantas, se fraguaron nuestras identidades culturales, nuestros modos y nuestros gustos. Siempre me ha gustado pensar que veo hermosos los mosaicos de Itálica (Como los de Lucus, de Conímbriga y más) y tal vez sea porque hemos heredado un sentido estético muy concreto que nos define como pertenecientes a un tronco cultural común. Lo mismo que nos gustan los colores con que están adornadas las teselas. Procedemos de ellos y, entre otras cosas, nos han legado el gusto por lo bello y, más importante, su concepto de bello.

Siempre, y esta vez también, me asombró su anfiteatro con un
ANFITEATRO
aforo de 25.000 personas, un número mayor que el de habitantes de Itálica. Me pregunto qué movimientos de gente habría cuando se anunciaban festivales. Con los medios existentes hoy, no todos los estadios de fútbol alcanzan esos aforos, pero ya sabemos que los ciudadanos de entonces pedían a su Emperador "Pan y Circo". Las cosas no han cambiado tanto en cuanto a lo que pedimos a nuestros gobernantes. Pan y entretenimiento.








viernes, 21 de marzo de 2014

POR EL CAMINO DE SANTIAGO. (XXXIX) VESTIGIOS COMPOSTELANOS EN SEVILLA

En estos días pasados, y con motivo de una entrañable fiesta familiar, he estado un tiempo en Sevilla y me he dedicado a una actividad muy placentera para mí, como es callejear por su amplio casco histórico. Pero en esta ocasión no me he dejado llevar por el albur, mas bien busqué indicios del Camino de Santiago en aquella ciudad. Un amplio vestigio, una realidad más bien, presente en la ciudad bética que está allí, para quien lo sepa ver o buscar.


ENTRANDO AL PUENTE DE TRIANA, A LA DERECHA

Tal vez acostumbrados a ver en el suelo placas de bronce con el emblema del Camino, nos sorprenda el modo en que la encontramos justo a la entrada del Puente de Triana, a mano derecha. La sorpresa viene del hecho de que no es de bronce, sino de piedra y el desgaste producido por las pisadas ha borrado relieve en ella. No obstante, allí está la indicación de que estamos en otro Camino de Santiago. En este caso, el de la Vía de la Plata.

Paseando varios amigos y familiares, nos encontramos con un acogedor restaurante de nombre que evoca la Semana Santa. Unos muchachos muy jóvenes atienden con profesionalidad a quienes estamos allí. En una vitrina del comedor, el propietario, otro muchacho, expone sus cosas más entrañables: Una imagen de la Macarena, evocaciones sevillanas y su Compostelana, enmarcada en dorado. Nos llena una agradable sensación de estar en casa, entre los nuestros. Charlamos y nos comenta que ha hecho el Camino cinco
VITRINA DEL COMEDOR. LA MACARENA CON MANTILLA
EVOCACIONES SEVILLANAS Y LA COMPOSTELANA
DIGNAMENTE ENMARCADA
veces. Comprobamos que tiene unas opiniones muy coincidentes con las nuestras en relación a rutas, lugares, hosteleros y demás. Sus quejas son las que ya recoge el Calixtino hace mas de ocho siglos, cuando se refiere a los mismos lugares, ambientes y hosteleros. Su ruta preferida es la de la Plata, tal vez por estar menos masificada y, por tanto, parecerle como más auténtica. En el Camino Francés encuentra a mucho usuario que camina sin saber muy bien por qué lo hace, tal vez porque está de moda caminar o debido a que es una actividad más de un consumo, digamos, inmaterial. La masificación hace que algunos lugares parezcan parques temáticos y hayan perdido parte de su encanto original. Es su opinión, repito que coincidente con la mía. Y me alegra encontrar tan lejos a personas que no sólo han hecho el Camino, sino que han reflexionado acerca de lo que tenían ante sí. Quedamos en vernos en Santiago. 

ESCUDO DE LA HERMANDAD
DEL AMOR
Pero le peregrinación a Santiago de Compostela a través de cualquiera de las numerosas vías que llevan a su Catedral, no es la única manera canónicamente establecida para lucrarse con las gracias de su Año Santo. Desde 1601, la Hermandad del Cristo del Amor, con sede en la parroquia del Divino Salvador de Sevilla, y que en este tiempo sale en procesión el Domingo de Ramos al caer la tarde, mantiene una tradición que nace de la bula del papa Clemente VII. Según esta bula, es posible ganar el Jubileo del Año Santo Compostelano (cuando así se celebra en Compostela), participando en la función especial que la Hermandad celebra en honor de uno de sus titulares, Santiago Apóstol. La vinculación de la Hermandad con el Apóstol es tal, que la cruz jacobea figura en su escudo. El Cristo del Amor es un hermoso crucificado, obra de Juan de Mesa, que podemos ver en la parroquia en un altar situado a la derecha del altar mayor.

Eran otros tiempos, cuando se le otorgó este privilegio a la Hermandad. Las vías eran peligrosas, los caminos difíciles y caminar una aventura sin tener muy asegurado el retorno. En este sentido, el privilegio representaba un gran favor a todos quienes, estando en la comarca de Sevilla, querían beneficiarse de las gracias compostelanas.

Hoy son diversas las páginas web en las que se reflejan las actividades de diferentes asociaciones sevillanas vinculadas al Camino de Santiago. Dejo direcciones de algunas, aunque hay muchas mas. Es bonito ver en ellas cómo, aunque las implantaciones son diferentes, el espíritu del caminante es el mismo.


http://www.viaplata.org/

http://caminodesantiago.consumer.es/los-caminos-de-santiago/via-de-la-plata/