Desde siempre las flores han llamado la atención de
los hombres. Muchas características de esos órganos vegetales inciden en esa
atracción, desde su belleza hasta la misma cortedad de vida que tienen, sin
despreciar su olor, los colores e, incluso, sus diversas utilidades. Todos esos
caracteres juntos hicieron que no pocas personas dedicasen sus esfuerzos al
estudio de las flores. Teofrasto, (371-287 a .C), es el autor de la primera obra
conocida sobre descripción y clasificación de plantas, si bien parece que no
hizo más que recoger los comentarios de su maestro, Aristóteles.