Cada cierto tiempo tenemos una noticia grata en Lugo, referida al conocimiento que vamos adquiriendo acerca de nuestra ciudad pues, hasta hace poco, ese conocimiento era muy escaso, cuando no erróneo.
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lunes, 18 de junio de 2018
domingo, 3 de junio de 2018
Visitando a Chaira luguesa
Para muchos, Galicia es una zona llena de verdes montes y verdes valles, un tópico que se confirma en un amplio porcentaje del territorio gallego. Pero hay una zona en la provincia de Lugo a la que los lucenses llamamos A Chaira (La Llanura) y en el resto de Galicia se le conoce como A Terra Chá (La Tierra Llana).
También es Galicia, A Chaira |
Los muros rezuman vida y humedad |
Cada vez que paseo por ella la veo diferente y siempre hermosa. Hoy anduve por allí. Hay infinidad de ríos (“el país de los mil ríos”, fue llamada por Álvaro Cunqueiro, un escritor mindoniense recordado con cariño y respeto, ambos sentimientos mezclados). Tarde o temprano, todos ellos van a verter sus aguas al Miño, que pasa como recién nacido y ganando caudal gracias a sus aportes. Ríos de nombres cantarines: Rego dos Chaos, Río Anllo, Rego de Pumar, Río de Guisande… y cientos de ellos más, todos capaces de generar mil morriñas en quienes están alejados, ellos sabrán las causas.
Cita anual con los polinizadores |
Hoy el buen tiempo empezaba a brotar por todas partes. En los árboles frutales las flores ya están con sus corolas abiertas a insectos o al viento, como ofrecidas a los polinizadores. En un suelo, aún ayer anegado por la riada, aparecen hoy margaritas y dientes de león. Con relación a este último siempre me llamó la atención la amenaza de las madres para que sus hijos no jugasen con sus flores, pues de hacerlo se orinarían de noche en la cama. Hoy relaciono esta amenaza como un deseo materno de conjurar el peligro de una mancha indeleble de látex en la ropa infantil. Sea como sea, allí estaban los dientes de león esperando tentadores a unos niños que aún tardarán tiempo en aparecer. Aunque los frutales están en flor, no ocurre así con los abedules, carballos, ameneiros y otros árboles endémicos. En ellos ni todavía verdean las ramas.
Tentador diente de león |
En Xustás hemos visto jace unos años una amplia bandada de cigüeñas comiendo en un barrizal. También a principios de febrero de este año, vimos una pareja de ellas en su nido cerca de Feira do Monte, en Tamoga. Hace aún pocos años eran desconocidas por aquí, pero desde un tiempo a esta parte, eligen estas zonas para pasar sus veranos. Tal vez les guste, tal vez están cómodas por aquí. Es posible que, aunque no sepan nada del cambio climático, lo noten en su fisiología y hayan ampliado su área de veraneo debido a él. Lo que no han ampliado es su calendario de migración. El refrán nos dice que “por san Blas, la cigüeña verás” y allí estaban ese día, el martes de carnaval, puntuales a su cita.
Laguna de Cospeito |
Los frutales en flor polinizados por el viento... ¡Vaya con la intuición popular! Recuerdo una canción que trata de un viento enamorado de una rosa... Ay mi rosa de la Alhambra/ rosa de la morería / haré lo que tu me pidas / con tal de que seas mía...
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A Chaira,
Biología,
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Reflexiones,
Sentimiento
jueves, 21 de diciembre de 2017
Cumpleaños (6) Escudos no pintan escudos. Leyenda urbana compostelana.
Vaya por delante que toda la historia es falsa. Inventada por mí alrededor de un escudo vacío en una fachada de la Plaza de la Quintana. La fachada es obra de Domingo de Andrade, el resto es consecuencia de jar volar mi imaginación. Lo curioso es que muchos han tomado la historia como real y casi se han sentido decepcionados cuando les dije que era falsa. Incluso hubo quien se enfadó conmigo.
POR EL CAMINO DE SANTIAGO: (XXX) ESCUDOS NO PINTAN ESCUDOS
LEYENDA URBANA COMPOSTELANA
Esta historia es conocida por todos en Santiago, aunque nunca se comenta. Es algo que se transmite de padres a hijos en las noches de invierno. Se suele contar en vos baja, por aquello de que las paredes oyen.
Vayamos al caso. Cuando se remató el adorno de la Torre del reloj y se completó el cierre del ábside de la Catedral, el Cabildo encargó a Domingo de Andrade cerrar la plaza de la Quintana por su parte sur. Debería ser algo digno, pero que no llamase mucho la atención, dada la monumentalidad que había adquirido la plaza. Domingo de Andrade dijo que ya tenía cierta idea para construir allí algunas viviendas particulares, lo cual generó un revuelo entre las clases pudientes ciudadanas y de la comarca, pues había familias de procedencia rural que querían venirse a la ciudad.
ASPECTO ACTUAL DEL EDIFICIO CON SUS CHIMENEAS |
Se puso a la venta el solar y lo compraron los Marqueses de la Santa Espina, unos antiguos moinantes de Bergantiños venidos a más, que con sus dineros hicieron buenos los versos de Luis de Góngora (tahúres muy desnudos/con dados ganan condados). En su caso, compraron el título de marqués hacía relativamente poco tiempo, de modo que aún no se habían acostumbrado a las maneras que se esperaban de tan nobles señores. Eran cuatro hermanos casados y los cuatro ostentaban indistintamente el título.
Lo de marqués de la Santa Espina corresponde a un período de fervor en la Corona, que fue cuando creó títulos relativos a motivos de la fe cristiana. En el valle del Ulla, sin ir más lejos, creó otro marquesado, el de Santa Cruz, y en otras partes del reino, otros títulos con nombres tan curiosos como estos dos.
Domingo de Andrade acababa de salir de un período constructivo pleno de florituras, y andaba con incursiones mas austeras en lo que a ornamentación se refiere. Imaginó una casa de planta baja porticada y primer piso con balcones y ventanas. Pero no de manera anárquica, no. Ideó un módulo (así le llamaríamos hoy) que se repetiría cuatro veces. Cada uno de ellos sería la vivienda de cada hermano. Estos módulos estarían separados entre sí por fajones verticales llenos de relieves dispuestos de modo vertical. Sobre la parte alta del central, se esculpiría el escudo familiar.
DETALLE EN QUE SE APRECIA LA CONSTRUCCIÓN POR MÓDULOS |
El módulo consistía en tres arcos sobre esbeltas columnas. En la parte superior, sobre el arco central se abriría un balcón y sobre los laterales, sendas ventanas. Puesto que la fachada quedaba abierta al norte, no convenía mucho vano para guarecerse del viento. (Los moinantes marqueses estaban más que ilusionados escuchando al maestro constructor estas disertaciones).
El fajón central esculpido conferiría simetría a la totalidad de la casa (los moinantes miraban atónitos sin entender nada, pero encantados). Para mayor simetría, se construiría una sola chimenea, muy aldeana, justo en el plano central. Una chimenea era suficiente para la familia, que quería tener servicios comunes, como bien avenidos que estaban. Zaguán, cocina y salón compartidos por las cuatro familias. Si no había problemas al compartir el título nobiliario, menos habría al compartir el fuego de la lareira, o el caldo de todos los días, decían las marquesas consortes. Y no les faltaba razón a las tales.
Al poco, los marqueses y el maestro constructor se hicieron frecuentes paseando o tomando unos vinos. Ellos allegados al saber, del que carecían, él cerca del dinero, que necesitaba. Bonita pareja que siempre ha sido fructífera a lo largo de la historia.
POR TANTAS VENTANAS ENTRÓ EL FRÍO DE LA DISCORDIA |
Pero, nunca puede faltar un pero, cuando se sortearon los módulos, le tocó a la marquesa más friolera el correspondiente a la Plaza de Platerías. Visitas que realizó a su futuro hogar, visitas que se tornaron en elemento de disgusto, pues la marquesa quedaba muerta de frío por el aire que se colaba por las ventanas y sus rendijas.
ESCUDO SIN ESCULPIR |
dormitorio. El maestro de Andrade se negó a construirla por aquello de la ruptura de la simetría en el edificio, pero los marqueses, que de simetría seguían sin saber nada, insistieron mucho, desembolsaron algo, y consiguieron su chimenea que, al fin, contribuyó a calentar sus noches.
Pero la simetría estaba rota. A no ser que se construyese otra en el ala que daba al convento de San Pelayo. Ahí sí que se negó en redondo el maestro Domingo de Andrade. Pero las demás consortes querían su chimenea en sus alcobas. El desencuentro con los marqueses fue en aumento hasta que ellos, siempre nuevos ricos, se negaron a abonarle el último plazo que le debían por la construcción de la casa.
Ante esta inusual afrenta, el maestro de Andrade (¡qué vergüenza!), se puso a su altura y no les esculpió el escudo familiar en la fachada.
Para interpretar lo del maestro de Andrade, recurro al dicho de una amiga mía, que recuerda que quien anda con patos, al final hace cuá, cuá. Así hizo el maestro constructor, orgullo de Compostela. Y esto que aquí se relata no ha mermado en nada su gloria, que es mucha.
lunes, 2 de enero de 2017
El olivo, regalo celestial.
Me gustan los mitos. Para mí, son el ejemplo de un intento sagaz de encontrar explicación a todo, a partir de los pocos conocimientos de los que se disponía en la época. Se echó manos de dioses, seres superiores con un poder también superior, para explicar todo cuanto requiriese de explicación. Porqué llueve, porqué hace viento, porqué los ciclos de estaciones y así hasta responder a la mayoría de dudas que se podía plantear la mente humana. Que eran las mismas de hoy, aunque ahora disponemos de mayor cantidad de recursos para responderlas.
Muchos de los mitos nos relatan actuaciones más o menos acertadas por parte de sus protagonistas, y servían a los niños de entonces como pautas educativas. Lo que se posía hacer y lo que no. En otros casos se nos presenta a los dioses con los mismos defectos que los humanos, pero con actuaciones que repercuten en la vida cotidiana. Hubo dioses envidiosos, perezosos, lascivos, etc. Pero el comportamiento de estos dioses tenía trascendencia en la vida cotidiana de los humanos.
ATENEA |
Hoy, todas las localidades, sea cual sea su tamaño de población, poseen en el cielo a alguien que vela por el buen vivir de quienes lo habitan. Son los patronos y esto no es de ahora, ya en la Grecia clásica, y antes, existían valedores celestiales de las poblaciones. Eso ocurrió con quienes habitaban un lugar sin nombre, que querían tener patrono e hicieron algo así como un concuerdo celestial.
EL PARTENÓN, TEMPLO EN HONOR A ATENEA |
Se presentaron dos candidatos, Un dios, Poseidón, y una diosa, Atenea. Poseidón era un dios extraño, nunca lo he llegado a comprender. Con frecuencia las cosas le salían mal, en otras ocasiones era falso, mentiroso. Ya digo, nunca lo he comprendido por su falta de coherencia. Al menos, si medimos su conducta conforme a nuestras reglas.
Atenea era diferente. Diosa de la sabiduría, era poseedora de las cualidades que le faltaban a Poseidón.
EL REGALO DE ATENEA |
Para decidir sobre su patronazgo, los ciudadanos decidieron realizar un concurso entre los dos aspirantes. Para empezar les pidieron un regalo para la ciudad. Poseidón, como sabía de las carencias de agua que sufrían los ciudadanos, clavó su tridente en las rocas y de allí nació una fuente. Hasta ahí, todo bien, pero resultó que manaba agua salada, lo cual no requiere comentario alguno. Los atenienses protestaron, pues dijeron que el agua aquella estropearía sus cosechas, rechazaron el regalo y pidieron a Atenea algo que les resultase de mayor provecho. La diosa les regaló un olivo. En cuanto lo vieron, los ciudadanos comprendieron la grandeza del regalo, la aclamaron como diosa protectora, y pusieron su nombre a la ciudad, que todavía hoy se llama Atenas.
Con el tiempo, se erigió un templo en su honor, que sigue siendo el paradigma de la armonía arquitectónica: el Partenón.
FRUTO DEL OLIVO |
Con el tiempo, se erigió un templo en su honor, que sigue siendo el paradigma de la armonía arquitectónica: el Partenón.
UNO DE LOS BENEFICIOS DEL ACEITE |
A través del aceite producido por su fruto, el olivo trajo a los atenienses, y a los humanos todos, varios beneficios, plenamente vigentes en la actualidad, como son:
- Es útil en la cocina, en la elaboración de alimentos, tanto crudos como cocidos.
- En beneficioso en medicina, sirviendo en tratamientos externos para aplicar sobre heridas de piel (quemaduras, roces, llagas y similares), así como para ingerir en purgas.
- Es el conservante natural de alimentos.
- Con su fuego se puede iluminar en la noche.
- También es un componente importante en la elaboración de jabones y otros productos higiénicos.
Como se le suponía portador de las virtudes de Atenea, y por extensión de los dioses, también el aceite de oliva fue símbolo , hasta época muy reciente, material del favor divino. De este modo, se utilizó en ceremonias de consagración de personas (reyes o dignidades) o cosas. También en este aspecto, es utilizado para ungir a los enfermos en el sacramento correspondiente. Es estos casos recibe el nombre de Santos Óleos, que son bendecidos en los oficios del Sábado Santo.
sábado, 7 de mayo de 2016
... Y mes de la primavera.
Hay meses del año (diciembre, noviembre, febrero…), que cuando los evoco vienen a mi recuerdo acompañados de imágenes concretas. Mayo es otro mes que, siempre, lo asocio mentalmente con flores, con muchas flores. Yo diría que no es una cuestión personal mía, pues en muchas partes y de diversos modos, se celebran las flores a lo largo de este mes. Festejos, romances, canciones, refranes, siempre con ecos culturales populares, relacionan mayo, flores y alegría. En una de nuestras fuentes culturales, Roma, este mes estaba dedicado a la diosa Maia, la diosa de la floración, de ahí el nombre que le damos.
MAIOS GALLEGOS |
En Galicia se celebran los Maios, con flores y niños que cantan canciones improvisadas, la mayoría de las veces con tintes satírico-locales. A veces me he preguntado por qué se han dejado en reductos infantiles estas manifestaciones culturales, pero ese es otro cantar del que tal vez convenga hablar en otro momento.
CRUZ DE MAYO |
En Andalucía, por estas mismas fechas, se celebran las Cruces de Mayo, con rezos, cruces hechas con flores y cantos. Como siempre, fiestas en que se mezclan religiones cristianas y paganas. Creo que estas fiestas de exaltación a las flores vienen de lejos en el tiempo, tal vez desde más lejos de los que se pueda suponer.
Estando en mayo, el invierno casi ha pasado, recordemos el refrán de “Hasta el cuarenta de mayo…”, por eso digo el “casi”. Pero lo duro, y de eso en este año 2016 sabemos mucho, podemos pensar que ha pasado. La primavera está en su esplendor. Ya no son los naranjos en flor, o los manzanos o los almendros que nos la anuncian. Ahora todo está florido y andan por medio los insectos polinizando. No es como en marzo, en que las flores abiertas eran de corola amplia, de modo que el viento pudiese recoger, transportar y depositar el polen donde sería bien recibido. Ahora son los insectos los que lo llevan de una a otra flor, adherido a alguna parte de sus cuerpos. No es necesario que las flores sean abiertas ni tengan sus estambres al aire.
Desde siempre me ha llamado la atención la veneración que sentimos por las flores. Las encontramos hermosas y, si bien son efímeras, no falta quien diga que ese mismo carácter contribuye a hacerlas más hermosas. En esta época de consumo, recordemos las excursiones para ver determinados bosques en flor, por ejemplo.
FLOR DE PATATA. LUJO ORNAMENTAL |
Otra cosa ocurre cuando las flores son utilizadas como adorno, incluso corporal. Tal vez pocas personas sepan que, en la Francia de finales del siglo XVIII la flor de la patata fue muy utilizada en peinados de la aristocracia. Realmente es una flor pequeña, bonita y de colores muy tenues. Por otra parte, en la historia del arte hay muchas pruebas de mujeres con sus cabellos adornados con flores.
DIONISOS |
En hombres no conozco casos de flores en sus cabellos. Sí de hojas como coronas, de laurel, por ejemplo. También de uvas en casos de bacanales, cuando se representa a Baco, o a Dionisos, con sus racimos en sus cabellos. Total, entre las flores de las mujeres y los frutos de los hombres, sólo media un proceso de maduración, que se suele producir a lo largo del verano.
Siempre me he preguntado el porqué de esta utilización. Para adorno y quizás también como símbolo de dominio, no lo sé. Pero las mujeres se aderezan el cabello como adorno sin más pretensiones simbólicas, mientras Baco pone uvas en el suyo tal vez como un símbolo de su estado de zafia embriaguez, o puede que por sentirse dueño de las uvas y del vino que saldrá de ellas.
OLMO DALCÓ EN NOVECENTO |
Tal vez esto del dominio sea lo que, siglos más tarde, mueve a Olmo Dalcó el niño campesino de Novecento. En la película, Bernardo Bertolucci le hace coronar su cabeza de golfillo con una sarta de ranas vivas, que más tarde serán comidas por los señores de la casa. Esas ranas constituyen el único medio de que dispone, de momento, para contribuir a la pobre economía familiar. Orgulloso de su posesión, Olmo se las pone en la cabeza aún vivas, mientras recibe la bendición del patriarca familiar en una escena en la que la luz también juega un papel importante.
Flores, flores en nuestro sentir cotidiano. A veces, como sarcástica constatación, calambur incluido, de Quevedo "Entre el clavel y la rosa...", en otras ocasiones, como metáfora de lo mejor "la flor y nata...", el Emperador de la barba "florida" Luego, suele ocurrir, a la sociedad puritana le contrarió que las flores fuesen, precisamente, órganos reproductores. Pero por aquel entonces, las flores ya eran sinónimo de "lo mejor", de ahí nuestras "antologías" y florilegios. (En griego, "antos" significa flor).
Flores, flores en nuestro sentir cotidiano. A veces, como sarcástica constatación, calambur incluido, de Quevedo "Entre el clavel y la rosa...", en otras ocasiones, como metáfora de lo mejor "la flor y nata...", el Emperador de la barba "florida" Luego, suele ocurrir, a la sociedad puritana le contrarió que las flores fuesen, precisamente, órganos reproductores. Pero por aquel entonces, las flores ya eran sinónimo de "lo mejor", de ahí nuestras "antologías" y florilegios. (En griego, "antos" significa flor).
FLORES EN OFRENDA |
Otro aspecto, que no quiero tratar ahora, es la utilización que hacemos de las flores como ofrenda. No me refiero a los ramos de regalos desvinculados del tiempo, hablo de las flores de difuntos o de las alfombras florales propias de las procesiones de Corpus. Éstas, las alfombras florales, tienen sus orígenes en las fiestas que se hacían en la antigua Grecia en honor del dios Dionisos.
Curiosa situación ésta en que nos seguimos sintiendo dueños del mundo, creo yo. Un reformador medieval, San Francisco, se consideró hermano suyo, recordemos su Hermano Lobo, y tuvo sus problemas con la Inquisición. Por desgracia para nosotros, nos seguimos sintiendo dueños en el peor sentido y de modo inapelable.
Y mientras pienso estas cosas, mayo irá dando pruebas y más pruebas de que estamos en el mes más florido del año. Las flores de hoy serán frutos en agosto, septiembre, octubre... Pero ahora estamos en mayo y conviene disfrutarlo.
jueves, 27 de agosto de 2015
Y fuego en el corazón
ESCUDO DEL OBISPO ARMAÑÁ |
Paseando por el claustro del Museo Provincial de Lugo, me encuentro con el escudo del obispo Armañá, un gran constructor lucense de la segunda mitad del siglo XVIII. Reparo en un detalle que hasta hoy me había pasado desapercibido, y es que en su parte superior presenta un corazón, lo cual debe ser exponente heráldico del amor episcopal.
Esto de relacionar al corazón con el amor viene de lejos en nuestra cultura, y aún está muy presente en comentarios cotidianos. Queremos de todo corazón, se nos parte el corazón de dolor, los buenos lo son por tener buen corazón y los malos no lo tienen. Sin discusión, el corazón es el símbolo del amor y como tal es promocionado en múltiples reclamos de la sociedad de consumo, con prensa específica incluida y programas de tv.
El corazón ha estado presente en nuestros cuentos de infancia, y cuando el soldado tiene que matar a Blancanieves, ha de llevar el corazón de la niña a la madrastra como prueba de su muerte. El soldado, que algo sabe de anatomía comparada, lo substituye por uno de ciervo, esperando que la madrastra no lo note. Y acierta, pues además de mala, la bruja es ignorante, o por eso. En tiempos más recientes, y con hechos no legendarios, ocurrió a mediados de la década de 1950 que un obispo pasionista anduvo por España llevando el corazón de santa Gema Galgani, para que se venerase por los fieles, quienes podrían aprovechar la ocasión para comprar reliquias de la santa. En Lugo estuvo en la Catedral.
I LOVE (YO AMO) |
El corazón, el corazón, como órgano fundamental nuestro, tanto en la fantasía como en la realidad. Pero esto no es de ahora, aunque sí su mercadeo. Voy a intentar resumir lo que yo sé acerca del tema.
En la Edad Media se consideraba que los seres vivos estábamos formados por proporciones determinadas de los cuatro elementos: agua, aire, tierra y fuego. Si nosotros éramos capaces de nadar, era gracias al agua que nos formaba, lo mismo que los felinos debían al aire que los componía la elegancia de sus saltos. Cada grupo de seres estaban compuestos por proporciones concretas de cada uno de los elementos. Y los estudiosos notaban su presencia por datos, digamos, indirectos.
Al morir, y más concretamente, en la posterior descomposición de los cuerpos, esos componentes se iban separando con cierto orden. En nosotros, los humanos, lo primero que desaparecía era el aire al exhalar el último suspiro. Luego desaparecía el fuego, y los cuerpos se enfriaban. El agua se iba separando poco a poco y, al final, solamente quedaba
tierra donde antes había habido un cuerpo.
AMO NUEVA YORK |
Esta era una explicación de la Ciencia de entonces, que debemos de mirar con mucho respeto. He dicho aquí en diversas ocasiones que entendemos por Ciencia el intento de explicar los fenómenos del entorno teniendo en cuenta los conocimientos de los que se dispone en cada momento. Cuando los conocimientos de incrementan, las explicaciones se perfeccionan y la Ciencia avanza.
En todo cuanto he dicho había coherencia. Pero también había una pregunta para la que no se tenía respuesta. El calor interior presente en aves y mamíferos, ¿de dónde procedía?
El calor es característica de estos dos grupos taxonómicos, y hoy sabemos que es consecuencia de complejas y múltiples reacciones bioquímicas, sin embargo entonces no se conocían esos procesos ni mucho menos sus consecuencias. Pero algo tenían claro los de entonces: la sangre derramada de un ser vivo echaba humo, estaba caliente. Cundo se descubrió la circulación sanguínea, se pensó que mediante ella, la sangre llevaba calor a todo el cuerpo.
SAGRADO CORAZÓN DE MARIA |
Claro que no se sabía nada del origen de tal fuego. Uniendo causas y consecuencias, se comprobó que todas las actividades que requerían aporte de calor, el amor incluido, llevaban consigo una aceleración del ritmo cardíaco. De ahí se llegó a postular que debería ser el corazón el órgano responsable del amor. (Una vez oí decir que en algunos países del este asiático se quiere con todo el hígado, pero nunca he podido constatar tal atribución).
La idea de querer con el corazón, ya vemos, viene de lejos y a nadie importa que sea errónea. Nadie quiere saber que más bien se trata de un impulso psicológico, pues en el sentir cotidiano, queda más bonito querer con el corazón que con las neuronas. Lo del cerebro tiene un tinte calculado y calificamos como “cerebral” a algo premeditado con sus resabios de frialdad no carente de crueldad. Por la contra, el corazón actúa por impulsos no calculados. Es impetuoso e, incluso, esos impulsos, que llamamos corazonadas, nos resultan simpáticos y suelen generar nuestra comprensión hacia quienes se mueven por corazonadas, a veces compañeras de buenos augurios.
Cómo nos gustan esas falsas, y poéticas, explicaciones frente a las frías y asépticas que nos ofrece la Ciencia. También he dicho aquí que la Ciencia no pretende ni distraernos ni tranquilizarnos. Simplemente pretende decirnos las cosas tal como son o como se cree que son en cada momento.
SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS |
En la Religión Católica hay dos advocaciones que se refieren al tremendo cariño de Jesús y de María hacia los mortales. Basándose en esta idea que acabo de exponer, tales advocaciones reciben el nombre de Sagrados Corazones. El de Jesús está rodeado por una corona de espinas a la altura de sus ventrículos, y el de María por una de rosas, pero ambos, a la altura de la salida de las arterias tienen una fuente de fuego, como muestra de su amor.
En la segunda mitad del siglo XVIII, el obispo Armañá debió de sentir su corazón inundado de cariño, por eso lo puso en la parte superior de su escudo. A principio del siglo XXI, comprobamos de qué modo quiso hacer público su afán.
jueves, 16 de abril de 2015
UNA CATEDRAL DESCOYUNTADA
Hablo de terremotos y me gustaría disponer de suficientes conocimientos de arquitectura para comentar con acierto lo que voy a comentar como el profano que soy.
A veces encuentro que los edificios se comportan como realizados en bloques yuxtapuestos destinados a formar el todo que conocemos, usamos y, en todo caso, admiramos. Si hay un descalabro, el edificio puede venirse a tierra por partes y mientras algunas se derrumban, otras permanecen en pies. Eso lo vemos en múltiples ruinas, en las que hay paredones derechos junto a restos de tejados u otras estructuras esparcidos por tierra. En Santiago ocurrió eso en la Colegiata del Sar, cuya ruina comenté aquí mismo (http://emiliovalade.blogspot.com.es/2014/08/por-el-camino-de-santiago-colegiata-del.html) con una opinión personal mía. Las Torres del Oeste, allá en Catoira, también nos dejan ver muros erectos junto a otros derribados.
MONASTERIO DE STA. CLARA |
Otras veces los edificios, y no sé la causa de esto, se comportan como una unidad estructural. Aunque también construidos por millares de bloques de piedra, éstos se comportan como si estuviesen tan perfectamente ensamblados entre sí, que adquieren un comportamiento más comprensible si el edificio constituyese una unidad estructural.
Como ejemplo, tenemos la Torre de Pisa. A nadie se le ha ocurrido pensar que se le cayese un lado, a pesar de su inclinación. Estamos muy acostumbrados a que se incline o se restaure, se impida su deterioro, se le haga lo que sea, teniendo en cuenta algo que le añadimos mentalmente, que es una unidad y no una suma de unidades más pequeñas, los bloques de piedra que la constituyen. Las relaciones que establecen esos bloques entre sí para conseguir ese efecto final me resultan completamente desconocidos.
CATEDRAL DE TUI |
En Portugal, concretamente en Coimbra y a orillas del río Mondego, en una zona sedimentaria se alzó el monasterio de Santa Clara. Pero el sustrato sobre el que estaba construido era muy suelto (similar al de nuestra colegiata del Sar) y el edificio comenzó a hundirse. Sí, a hundirse. No puedo imaginar lo que pesará el edificio, pero que se hundió está a la vista. Hoy se accede al interior de la iglesia a través de lo que fue un ventanal. Las piedras de las cubiertas se cayeron, pero los arcos se mantienen en pie confiriendo al conjunto un aire de encanto y misterio difícil de definir. Ni una grieta, ni una pared por tierra. El edificio de hunde (ignoro si se ha detenido el proceso) como un todo hecho con muchas piezas de piedra.
Algo similar ocurre en nuestra catedral de Tui. Gótica, hermosa, medio catedral, medio fortaleza, su mejor vista es desde Valença, lo mismo que la mejor vista de Valença es desde Tui. Entre las dos ciudades, el río Miño y el deseo compartido de ser nombradas, ambas, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
CATEDRAL DE TUI FIJARSE EN LOS ARCOS DEL FONDO |
Pero, ¿qué le ocurre a la catedral tudense? Nada, pero le ocurrió con motivo del terremoto de Lisboa de 1755. Antes tal vez convenga que comente algo de ella, por si resulta desconocida para alguno. Como he dicho, es una catedral fortaleza, con torres de defensa y muros almenados. No olvidemos que se trata de una ciudad fronteriza. La catedral es pequeña y bonita. El estilo gótico se patente en la ornamentación, en su pórtico, y en las bóvedas, arcos, ventanales y otras estructuras que conforman un interior definido según ese estilo y muy acogedor.
CATEDRAL DE TUI |
Me gusta imaginar lo que ocurrió en ese interior durante los diez minutos que duró el terremoto de Lisboa. Quiero creer que el edificio crujió como si fuese de madera, que se levantó una gran polvareda en su interior, que hizo imposible ver nada, que el ruido debió ser tremendo y que, cuando termino toda aquella breve eternidad, cuando se asentó la polvareda y volvió a reinar el silencio, cuando, en fin, pareció que todo volvía a ser como antes, apareció la catedral completamente desvencijada, pero en pie. Destartalada, como es posible verla hoy, pero sin mayores remiendos que los necesarios para consolidar algún que otro arco de las naves o del claustro.
La catedral, el edificio, tembló como un todo estructural. No cayó, aunque quedó bastante alterado. Ya no son líneas rectas lo que marcan las bóvedas a lo largo de las naves, pero a mí me sobrecogen más que lo que puedo ver en cualquier otra catedral gótica.
CATEDRAL DE TUI - CLAUSTRO |
jueves, 2 de abril de 2015
SOBRE NOMBRES CIENTÍFICOS
A muchos, eso de los nombres científicos les echa un poco para atrás, y no voy a intentar convencerles. Como biólogo, siempre me gustó su utilidad, aunque considero que familiarizarse con ellos depende mucho del profesorado que uno haya tenido durante sus estudios. Los que yo tuve, a quienes recuerdo con cariño y veneración cincuenta años después de haber terminado mi carrera, me hicieron venerar esos nombres. Ese sentimiento hacia mis profesores es compartido por mis compañeros de promoción, no es sólo una cuestión personal mía.
Los nombres científicos no se dieron a las especies por capricho, todos ellos tienen su significado y aquí voy a comentar algunos de ellos. Sus nombres son latinos, pues ese era el idioma científico de entonces, y normalmente hacían referencia a alguna característica de la especie nominada. Se escriben en letra cursiva, o subrayado, y consta de dos palabras: la primera corresponde al Género y se inicia con mayúscula. La segunda se refiera a la especie y se inicia con minúnscula. Es lo que llamamos nomenclatura binominal (o binomial), iniciada por Linneo hace más de doscientos años. Veamos algunos ejemplos de esos nombres a los que me refiero.,
Musa paradisiaca |
El plátano tiene por nombre Musa paradisiaca. El árbol procede del sureste asiático, donde aparece esculpido en monumentos muy anteriores a nuestra Era. El ejército de Alejandro Magno lo trajo a Europa y desde entonces forma parte de nuestra dieta. Hoy es una de las plantas alimenticias más cultivada. Plinio habló del plátano y comentó que en el Paraíso servía de inspiración a los sabios. Si eran las musas las que inspiraban, fue lógico llamarle Musa. Por otra parte, en varios nombres se hace referencia a los lugares geográficos de origen de la especie (cantábrica, mauritánica, alpina...) así, y puesto que estaba en el Paraíso, derivó paradisíaca, que servía para distinguirla de otras.
Me gusta el chocolate, ¿a quién no? Cuando llegó a Europa causó furor su consumo y fue una moda preciada, y cara. No voy a ponderar sus virtudes, pues son de todos conocidas. En el momento de asignarle nombre científico, tal vez se exageró algo, y se le llamó Theobroma, es decir, alimento de dioses. No lo discuto, la verdad.
Pyrus |
Hay un fruto, la pera, cuyo nombre científico es Pyrus. Realmente, si nos fijamos en su aspecto colgando del árbol, pocos discutirán su parecido con una llama. De ahí su nombre, pues pyrus en griego significa eso, fuego.
Tal vez sea sarcástico el nombre del eucalipto. Su nombre Eucaliptus, significa “perfecta sombra” en griego. Para dar sombra, los árboles han de tener las hojas en disposición vertical a los rayos del sol. Pero las hojas del eucalipto caen y, en el mejor de los casos, se presentan paralelas a los rayos solares. A pleno día, cuando más falta hace su sombra, el eucalipto no la da. Por eso, y con sarcasmo, su nombre.
El nogal en un árbol hermoso o, al menos, así me lo parece. No voy a hablar de su fruto, la nuez, con un amplio abanico de propiedades
desde médicas a culinarias. Por otra parte, su madera siempre ha sido muy preciada para muebles de categoría. Hay diversos tipos de nogal, cada uno con una madera de color peculiar. En cuanto a su calidad, todas ellas son excelentes. Su nombre hace referencia a esta alta calidad: Juglans regia.
Hojas de Juglans regia |
Siempre me han gustado los arces. En otoño adquieren coloraciones muy vistosas, en verano dan buena sombra y su madera es apreciada en otros países. Su fruto es característico (se llama sámara) por su semilla alada, juguete del viento. Su hoja se parece a la del plátano de sombra, un árbol frecuente en los paseos de toda Europa y cuyo nombre no guarda relación ninguna con el bananero. A veces hay confusión entre las hojas de estos dos árboles de sombra, de modo que existe el Acer pseudoplatanus, (arce falso plátano) y el Platanus acerifolia(plátano con hoja de arce). Menos mal que los respectivos frutos nos sacan de confusión. El del arce es una semilla alada, y el del plátano una esfera que suelta vilanos en primavera. Por otra parte, el pecíolo de las hojas del arce es rojo. También hay diferencias en los respectivos troncos.
Platanus acerifolia |
La primera planta que determiné como estudiante era una crucífera de nombre Capsella bursa pastoris, es decir, capsulita (en forma de) bolsa de pastor. Realmente, si observamos su fruto, vemos que el nombre es muy acertado.
Capsella y su fruto |
Capsella y su fruto |
Flor de Impatiens |
jueves, 26 de marzo de 2015
TEXTOS COCINADOS
Califico como “cocinados” aquellos textos que, siendo de general conocimiento, se han modificado en tono jocoso o de otra índole, pera disfrazar el posible sentido duro de su versión original. En este caso, la “cocina” les presta un aire divertido de rebeldía ante posturas pretendidamente serias y, en cierto modo, dogmáticas.
ME LO DECÍA MI ABUELITO... |
Traigo aquí algunas pruebas que yo recuerdo de mi época de temprana juventud, estudiante en Barcelona y lector de aquel semanario humorístico del que ya he hablado, que se llamaba “Don José”.
Son modificaciones de algunos adagios que se nos solían repetir a los jóvenes, en plan educativo. Recuerdo, por si es preciso, que la diferencia entre refrán y adagio reside simplemente en su tono. Mientras el refrán puede ser grosero y malsonante, el adagio siempre tiene tono poético.
Los adagios modificados (cocinados) que recuerdo ahora son los siguientes. No traigo aquí las versiones originales, pues las considero suficientemente conocidas:
Cría cuervos y tendrás muchos.
Quien mal anda, tropieza y se cae.
Dime con quién andas, y te diré cómo se llama.
Mal de muchos, epidemia.
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CRIA CUERVOS... |
Otro tipo de “cocinado” son los cortes. Me explico. Hay ocasiones en que un texto mejora mucho, o adquiere un matiz más claro, simplemente cortándole algo, no dejando que sea muy explícito y provocando al oyente, o al lector, a que complete su mensaje.
Hay un dicho muy conocido: “No digas de esta agua no beberé…” Muchos lo completan con aquello de “…ni este cura no es mi padre”, haciéndonos ver, entre sus risas cuarteleras, que desconfían de la honorabilidad de su madre, y la pregonan. Allá ellos y su discernimiento.
El adagio dice: “No digas de este agua no beberé, que el camino es largo, y puede apretar la sed.” Realmente, el final no añade nada al mensaje inicial, que es el que se mantiene entre nosotros.
Todos conocemos aquello de “en el medio está la virtud”, e incluso hay quienes se lo atribuyen a Aristóteles o a Sócrates. Yo no sé quién lo dijo por vez primera, pero sí sé su enunciado latino que es (perdón si hay fallos en la escritura, recuerdo que soy biólogo) “In medio virtus quando strema sunt vitiosa, sed si fuerint prodigiosa, in eos invenietur” Es decir, “En el medio está la virtud cuando los extremos son viciosos, pero si fuesen prodigiosos, en ellos es donde se encuentra.
En este caso el corte me parece hecho para justificar las pocas ganas de arriesgarse en cualquier cosa. Cuando los extremos son prodigiosos (La madre Teresa de Calcuta y sus monjas, las ONG’s cuidando enfermos de Ébola…) allí es donde está la virtud. Lo dijeron los sabios de la Antigüedad, yo sólo lo repito.
En nuestro romancero tenemos un hermoso ejemplo de texto recortado. Me refiero al Romace del Conde Arnaldos, que otros dicen del Infante Arnaldos. Siempre me intrigó su principio: “Quién tuviera tal ventura/a las orillas del mar/cual tuvo el Infante Arnaldos/ la mañana de San Juan”.
DÍGASME ESE CANTAR |
Pero no llegamos a saber la ventura envidiada por el cantor del hecho, pues el romence termina con aquello de “- marinero, marinero/ dígasme ora ese cantar./ -Yo no digo mi canción /más que a quien conmigo va.” Y aquí termina todo. Yo siempre lo interpreté como que el marinero le decía al Infante que se metiera en sus cosas, y no fuera incordiando. Pero no. El romance sigue contándonos que la canción debió gustar tanto al Infante que se decidió a subir al barco y allí, Oh, alegría¡ encuentra a su madre junto a su hermana, a quienes buscaba desde hacía tiempo. Esa era la ventura envidiada al inicio del romance, pero éste adquiere un toque almibarado que no fue muy del gusto de la gente, que rápidamente lo eliminó, dejando ese halo de misterioso final, que hace de este romance uno de los mejores de nuestro rico romancero.
Termino con un texto cocinado que me resulta muy simpático y es el que parodia parte de una escena de La Vida es Sueño (Jornada I, escena II) Allí, Rosaura invita a Segismundo a conformarse con su suerte y le dice aquello de “Cuentan de un sabio/que un día…” Traigo una simpática parodia que apareció en aquella revista llama “Don José”, de corta vida y largo recuerdo.
MARILYN |
Cuentan de un hombre, que un día
Tan canso de amor estaba,
Tan canso de amor estaba,
Que unos besos rechazaba
Que la Loren le ofrecía.
¿Habrá otro, entre sí decía,
Más canso de amor que yo?
Y cuando el rostro volvió
Halló la respuesta viendo
A otro hombre, que iba huyendo,
De la Marilyn Monró.
De la Marilyn Monró.
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