En mi entrada anterior, comenté la necesidad de comer para crecer. Realmente, con la ingestión de comida y su digestión posterior, la materia orgánica que toma un ser se transforma en materia específica suya, después de un proceso más o menos elaborado. Todos necesitamos esa materia para crecer y, después de que el crecimiento ha cesado, para nuestro propio mantenimiento.