Llega el otoño como un amigo anunciado. Ya lo hemos notado por las hojas secas arremolinadas en el suelo, pero como biólogo, no me conformo con esta visión, muy dada a soñar y a recordar poemas nostálgicos. Para muchos, esta estación está matizada de recuerdos y sensación de final de ciclo, que deja en cada uno un regusto en cierto modo triste. Las hojas caen y parece que el cielo se derrumba.