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jueves, 10 de abril de 2014

SOBRE SERES VIVOS: CONSANGUINIDAD (1)

SE AUTOFECUNDAN
Conviene que veamos la Naturaleza como algo muy complejo, de la que se nos escapan múltiples variables. Aún así, la ciencia intenta explicar sus procesos, a sabiendas que serán mejor interpretados según vayamos conociendo más entresijos que influyen en su dinámica.

Hay quien piensa que la vida en la Naturaleza viene a ser algo así como un vodevil de sainete. Para esos, mi artículo anterior sobre tamaños de población, con sus dudas acerca de los tamaños eficaces, se resuelve al momento. Según ellos, el tamaño eficaz ideal, sin necesidad de aplicar fórmula ninguna, es el formado por un macho y múltiples hembras. Al fin y al cabo, esa estructura se llama harén cuando se aplica a mamíferos, gallinero, en caso de gallinas y otras aves, y en vegetales no sé si existe algún nombre específico, pero es la técnica empleada cuando se trata de explotar los productos de plantas dioicas, como el kiwi, en cuyas plantaciones se coloca una planta masculina en posición central, rodeada de varias plantas femeninas. En todos estos casos, el individuo masculino fecundará a las múltiples hembras y la producción estará asegurada.
AUTOESTÉRILES
Pero en esta situación hablamos de estrategias propias de explotaciones, granjeras u hortícolas, donde la finalidad es la producción ayudada siempre por tecnología humana. Otra cosa es cuando se habla de poblaciones naturales, cuando entendemos unas estructuras de individuos que, sin necesidad de ayudas externas, son capaces de perpetuarse a lo largo generaciones.
¿Son capaces de perpetuarse los harenes o los gallineros, sin ayuda tecnológica humana? Yo diría que puede ocurrir, pero creo que no, y me explico. Hablemos de pequeños tamaños, por ejemplo, 30 individuos y ninguno más debido a múltiples razones que no vamos a especificar, por ejemplo, límites de espacio o de recursos. Si la generación inicial la formamos con 29 hembras y un macho, los 30 individuos descendientes que lleguen al estado adulto, posiblemente se distribuirán en una proporción de mitad hembras y mitad machos, pero todos serán medio hermanos, pues son hijos del mismo padre. Esto vale también para los kiwis de antes. Con ese pequeño tamaño de población y el grado de parentesco de los componentes, la población tiene malas perspectivas de supervivencia a largo plazo.
RAZA PURA
¿Es malo ese parentesco entre los reproductores? Pues depende. Hay especies vegetales que son de consanguinidad obligada, pues se reproducen por autofecundación. Es el caso de guisantes, judías, garbanzos, lentejas, tojos, robinias y un largo etcétera. Especies tanto cultivadas como silvestres, y en ellas la consanguinidad no parece representar un peligro.
También en animales existen casos de seres excelentes con un alto grado de consanguinidad, como son los animales (perros, caballos, toros, etc.) de raza en cuyos árboles genealógicos aparecen progenitores que son parientes (Aunque en este caso son consanguíneos conseguidos de modo artificial). En humanos, una mujer altamente consanguínea fue Cleopatra, y no ha pasado a la historia por poseer ningún tipo de tara biológica, mas bien se habla de ella como una mujer inteligente y hermosa.
RAZA PURA
Por otra parte, también en animales y vegetales existen mecanismos para impedir la consanguinidad. Son otras especies que tienen como estrategia la fecundación cruzada. Los cerezos son autoestériles, lo mismo que las prímulas y hay múltiples mecanismos en plantas con flores masculinas y femeninas para que la maduración de los diferentes órganos no sea simultánea, de modo que cada flor o es masculina o femenina, nunca presenta los dos sexos a la vez no pudiendo, por tanto, autofecundarse.
¿Es mala la consanguinidad? No, no lo es. Ocurre que puede ocasionar la aparición de taras genéticas poco frecuentes en las poblaciones pero que,
en descendencias de cruzamientos consanguíneos, pueden aparecen con mayor frecuencia, si acaso los progenitores son portadores de estos caracteres.

AUTOESTÉRILES
Hablaré de este tema con mayor detalle en futuros artículos.

viernes, 4 de abril de 2014

SOBRE SERES VIVOS. COMIENDO BAJO CEREZOS

EL RECLAMO A LA FIESTA:
CEREZOS EN FLOR
Quiero comentar una situación que me parece de profundo significado cultural, y que ocurre en un país que tenemos por muy avanzado tecnológicamente.
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A nadie se le escapa que Japón en un país moderno. Con una industria puntera, todos somos capaces de recordar múltiples marcas de productos  presentes en nuestros hogares y fabricados allá. Marcas de relojes, aparatos relacionados con la imagen o el sonido, motos, coches y un largo etcétera de productos avanzados, se nos han hecho familiares en nuestra vida cotidiana. País altamente industrializado, su índice bursátil es un referente diario para el resto de bolsas mundiales.
Tal vez muchos crean que este desarrollo ha sido posible, entre otras cosas, por haber sabido romper con unas tradiciones que, pueden pensar esos muchos, no eran más que un lastre en su desarrollo como país.
LOS GRUPOS COMEN EN CUALQUIER CIUDAD
Puede que las cosas sean diferentes. Desde hace siglos, al inicio de la primavera, también los cerezos florecen en Japón y siempre fue tradición comer un día bajo los árboles floridos. Esa tradición se ha mantenido hasta hoy, incluso en las grandes ciudades. Bajo los cerezos en flor, las personas sentadas sobre mantas dispuestas en el suelo, realizan su comida tranquilamente tal vez sin saber que cumplen con una tradición antigua.
Al igual que ocurre en nuestro lucense San Froilán y el pulpo (son varios los días en se va a comerlo: con la familia, con amigos, con compañeros de trabajo, etc.), en Japón también en pocos días sus habitantes van varias veces a realizar su ritual con los diferentes grupos con los que comparten actividades. Tal vez no sea casual que los núcleos de población dispongan de amplios terrenos plantados de cerezos donde se pueden poner en práctica esas costumbres.
No obstante, conviene reservarse sitio en esos parques. Cuando son grupos
OTRA IMAGEN DE LA CELEBRACIÓN
familiares los que van a comer, los encargados de tal tarea son los adolescentes de la familia. Cuando son grupos de trabajo los que comerán, los más recientemente incorporados a la empresa son los encargados de escoger, y reservar, el sitio. Todo está determinado o ritualizado.
Aunque nos cueste creerlo, en esos días de floración de cerezos, incluso las diversas cadenas de televisión van indicando las zonas por las que se irá dando la floración en los días siguientes, con el fin de que los diferentes grupos vayan programando sus salidas a los parques y así poder realizar sus tradicionales comidas campestres.
De nuevo, la Naturaleza marca sus ritmos biológicos y los humanos, obedientes a sus citas ancestrales, responden con sus costumbres aquilatadas por el tiempo. Obedecer a estos reclamos no creo que esté reñido con la cultura de un pueblo. Más bien forma parte de la misma, creo yo.
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EN TV, LOS MAPAS METEOROLÓGICOS INFORMAN
DEL AVANCE DE LA FLORACIÓN
Comento esto porque a veces me llegan mensajes disfrazados de modernidad que me dejan perplejo. Hace un tiempo, me decía un muchacho que, para ser modernos, es preciso desprenderse de tanto atraso disfrazado de “cultura”. Porque, para él, el progreso consiste en eso, en ir dejando atrás toda una historia propia que viene de siglos, sin tener en cuenta hasta qué punto nos define. Por supuesto, el hecho de ser una costumbre antigua, ya es motivo suficiente para ser erradicada.
Opiniones que no comparto.




sábado, 29 de marzo de 2014

SOBRE SERES VIVOS: SEREIS COMO DIOSES

El Génesis nos relata que quien instigaba a Eva para comer el fruto prohibido, le prometió “Seréis como dioses”. ¿Qué se entendía por ser como dioses? Tal vez poseer la sabiduría total, el ser inmune al dolor y, fundamental, disfrutar de inmortalidad. Está claro que, sigo con el Génesis, Adán y Eva no lograron lo prometido.

ICARO CAE AL MAR 
(a la derecha del cuadro, al pie del velero)
Esto ha sido una constante de la humanidad. Siglos más tarde, en la religión griega existía una sola falta contra los dioses llamada Hybris, consistente en quererlos emular, pretender ser como ellos. Recuerdo ahora a Ícaro queriendo volar y pegándose con cera unas alas en su espalda. Al subir, el sol derritió la cera e Ícaro cayó al suelo. A los dioses no les gusta que queramos invadir su territorio y nos castigan cuando queremos hacerlo. En un cuadro, atribuido a Brueghel, se representa esta caída entre gentes dedicadas a sus tareas cotidianas porque, piensa el pintor, a nadie le importan los castigos que otros puedan recibir de los dioses.

SINTETIZADO O SINTETIZABLE
No obstante, ese deseo de emular a los dioses sigue presente en nuestro inconsciente cotidiano. Cuando un muchachote dice estar “como dios”, tal vez crea pronunciar una brutalidad muy moderna, cuando realmente está enlazando con una tradición cultural tan antigua como el hombre, al menos en el sentido bíblico.

Ser como dioses… La Hybris griega como estímulo conceptual, querer saber cada vez más, generar vida, erradicar el dolor de nuestras vidas, ser inmortales, entre otros deseos. ¿Son realizables?

NADA QUE COMENTAR
Creo que la génesis de vida artificial es algo que perseguimos, aunque está lejos de ser alcanzada. No obstante, está siendo un reto muy fecundo en descubrimientos, en proyectos de investigación y en ríos de tinta para una prensa más o menos sensacionalista revestida de aires serios.

La erradicación del dolor está bastante lograda, creo yo, si bien es una opinión puramente personal.

La inmortalidad constituye una quimera que cada vez está mas claro
CENTERIO RURAL EN PADORNELO
PORTO DO POIO, CAMINO DE SANTIAGO
que nunca será conseguida, si bien se incrementa la expectativa de vida. No obstante, a veces parece como que se nos quiera confundir. Por ejemplo, se persigue la curación de una enfermedad que causa un elevado índice de mortalidad, haciéndonos creer que, una vez erradicada tal enfermedad, ya nadie morirá. Eso ocurrió con la tuberculosis, por citar un caso. Murieron muchos por su causa, siendo posible que ya (casi) nadie muera de esa enfermedad, pero ahora se muere por otras causas.


En nuestro mundo de hoy no está bien visto recordar que somos mortales, pero es así. Incluso en nuestra Galicia, hace años las aldeas convivían con los cementerios, que estaban en medio de los núcleos de población, a veces compartiendo espacio con los lugares de fiesta. En esas mismas aldeas, los cementerios hoy se han trasladado a las afueras, pensando tal vez que no recordando la muerte seremos más felices.
IGLESIA Y CEMENTERIO RURALES
CERCANOS A LUGO (CALDE)
A veces cuesta admitir nuestras limitaciones, que ciertamente tenemos. Hasta que no las admitamos, en cierto modo seremos seres inmaduros. Y creo que en esto hemos dado un paso atrás, no queriendo recordar que una espada de Damocles se cierne sobre cada uno de nosotros. Tampoco nadie ha dicho que la Humanidad, como tal, sea una colectividad madura.

Mientras, que los biólogos siguan descubriendo cosas, que serán logros de la Humanidad y la beneficiarán.