Desde hace tiempo, parece que el clima cambia y lo he comentado varias veces. Aunque hay
quienes nos quieren hacer creer que todo sigue igual, es fácil ver que hay
cambios en el tiempo y las cosas no se rigen por los modos anteriores a los que estábamos acostumbrados.
En las teorías evolutivas, el ambiente juega un papel
importante como estímulo hacia las poblaciones que, por su parte, están
obligadas a responder acomodándose a dichos estímulos. El cómo consigan hacerlo tendrá sus
efectos biológicos y, si una población no dispone de posibles respuestas a ellos, se
extinguirá.
LA SELECCIÓN FAVORECERÁ A QUIENES RESISTAN LAS CONDICIONES ADVERSAS |
Siempre ha sido de este modo y no tenemos porqué suponer que
se vayan a producir modificaciones en esta dinámica acción–reacción. Acción
ambiental y reacción biológica. ¿Estamos ante cambios ambientales? Yo no lo
dudo y parece que últimamente son más los que lo admiten. Pero si nos fijamos
en pequeños datos, datos concretos del día a día, somos capaces de constatar
que ninguna temporada se parece a la anterior. Cada año se baten marcas de
parámetros referidos al tiempo correspondiente al año anterior: el verano más cálido, el mes más lluvioso, la
noche más calurosa. Y así de año en año vamos superando las marcas.
En agricultura también se nota. Los agricultores se quejan
del mal año en las cosechas de maíz, de las raquíticas castañas, de los pocos
prados. Claro, todos los vegetales dependientes de unos ritmos climáticos, se
están resintiendo.
LAS AGUAS DESCONTROLADAS ARRASTRARON TODO CUANTO ENCONTRARON |
¿Se resienten de modo irreversible? Tal vez convendría antes
indicar qué entiendo por irreversible. En situaciones naturales eso sería
sinónimo de extinción, pero en cultivos artificiales la extinción no ocurrirá,
ya que los agricultores se preocuparán en buscar alternativas rentables a las
especies cultivadas que, ya digo, puedan ir entrando en situaciones adversas.
Los cultivos, por artificiales, tienen quienes les cuiden
aunque sea por el propio interés. No olvidemos que es posible que el maíz, sin la
intervención humana, seria una especie extinguida hace tiempo. Pero, ¿qué
ocurre con las especies silvestres? Me refiero a los animales y las plantas que
viven en nuestros campos y montes de modo natural, sin nadie que las proteja a
no ser su propia biología. Es imposible meter en un solo comentario a seres con
biología muy dispares, con ciclos anuales o perennes, con diferentes modos
de reproducción o de nutrición, pero es muy posible que de un modo u otro,
todos ellos se vean afectados por estos cambios que observamos.
Para mi entender, hay muchos datos de la biología de cada una de las especies los que les pueden hacer más o menos vulnerables. Creo que los seres de ciclos biológicos cortos, animales o plantas, los que serán más afectados por lluvias, inundaciones o temporales. Grandes árboles, bien
enraizados, no sufren esas actuaciones adversas. Pienso en animales o plantas
de ciclo anual, cuyos huevos, larvas o semillas, quedan resguardadas en el
suelo durante el invierno a la espera de que los primeros calores primaverales
los despierte.
¿Dónde se habrán ido esas semillas, esos huevos? Todos hemos
visto cómo torrentes de aguas descontroladas bajaban de los montes para
depositarse en el mar. Aquellas aguas iban sucias, llevaban tierra de los
suelos y, en ellas, iban multitud de semillas y huevos que en la próxima
primavera no se desarrollarán. Los suelos se han empobrecido con la pérdida de
tierra, pero también con la de seres vivos que estaban pasando sus períodos de
latencia. Tal vez haya quienes piensen que esto significa una pérdida
evolutiva. Yo, la verdad, no lo creo. Las poblaciones naturales son muy
numerosas y la variabilidad genética que encierran también es muy grande. Tal
vez haya plantas que se ahoguen bajo un suelo largamente inundado, seguro que
sí, pero no todas se ahogarán. Sobrevivirán las más resistentes a esta
situación de inundación. Antes de las lluvias, es posible que algunas semillas
germinasen y estuviesen asentadas en sus territorios de modo que no fueron
arrastradas por los torrentes. Estas también sobrevivirán. Hay plantas, las
adelfas, cuyo hábitat natural son las torrenteras que sólo tienen agua
embravecida en época de riadas. ¿Las demás? Morirán, la selección las eliminará
porque así actúa siempre, favoreciendo a las más adaptadas. Favorecerá a los
genes que determinan esta mayor adaptación, que por tanto incrementarán su
frecuencia en la población. Pero, cuidado con esto, en esta ocasión la
selección ha actuado a través de las lluvias intensas y las inundaciones, pero
esto no quiere decir que en la generación siguiente actúe con el mismo
criterio. La selección es ciega y sólo actúa de acuerdo con las condiciones
del momento. En otras situaciones diferentes, también actuará de modo
diferente.
Pienso también en los animales pequeños, los que viven en madrigueras su letargo invernal, que no son pocos micromamíferos, que se habrán perdido arrastrados por las trombas de agua que se presentaron. Tal vez todo desembocó en una gran mortandad.
¿Extinciones? Si las poblaciones eran grandes, tal vez no. En la próxima primavera habrá una explosión de vida por parte de los supervivientes, pero eso será el tema de mi próxima entrada.
Fotos: Fondo de Google
Pienso también en los animales pequeños, los que viven en madrigueras su letargo invernal, que no son pocos micromamíferos, que se habrán perdido arrastrados por las trombas de agua que se presentaron. Tal vez todo desembocó en una gran mortandad.
¿Extinciones? Si las poblaciones eran grandes, tal vez no. En la próxima primavera habrá una explosión de vida por parte de los supervivientes, pero eso será el tema de mi próxima entrada.
Fotos: Fondo de Google
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