miércoles, 4 de julio de 2018

Lo que entiendo por selección natural

Muchas personas personifican a la selección natural y le atribuyen sentimientos humanos. Así, aparecen errores reiterados al hablar de ella.

Nadie discute que fue Darwin quien descubrió la selección natural. Hay quienes se duelen de ese nombre, pues genera confusión. La selección artificial existía desde hacía siglos. Hoy se habla de razas de perros con más de 15000 años de existencia sometidas a selección artificial. Darwin comprendió que en la naturaleza también se producía este proceso selectivo. Le llamó selección natural. Buscando su analogía con la artificial, más de uno se pregunta qué pretende la selección natural, cuáles son sus fines a corto y a largo plazo.



ESCENARIO DE LA SELECCIÓN NATURAL


El hombre selecciona con finalidades concretas: se quiere obtener animales o vegetales con morfologías, costumbres o características determinadas. En este plan, siempre recuerdo que hubo un ganadero de Jerez que quiso lograr toros con ojos azules, no sé su finalidad. Siempre existe una finalidad concreta y, aunque el plazo sea muy largo, normalmente se consigue. 



Para que exista selección eficaz, es decir, para que la selección vaya dando sus frutos consiguiendo acentuar los caracteres sobre los que actúa, éstos han de tener, necesariamente, dos rasgos: han de presentar variabilidad en la población sobre la que se realiza la selección y los caracteres que se seleccionan han de ser hereditarios.


LA SELECCIÓN NATURAL ACTÚA

Repito lo dicho anteriormente, la selección artificial tiende a conseguir una finalidad concreta, pero ¿qué pretende la selección natural? ¿qué busca? ¿cuál es su finalidad? No busca nada y no pretende nada. Podemos decir sin miedo a equivocarnos que es ciega y que su finalidad no es conseguir un mundo feliz, como creen algunos. 

Dada la gran tasa de reproducción de las especies y el corto número de individuos que alcanzan el estado adulto, el reproductor, hemos de admitir que entre ambos estados ha de producirse un elevado porcentaje de mortalidad. ¿Quiénes alcanzan el estado reproductor? Darwin responde claramente, los que están mejor adaptados a su medio. Los que requieren menor aporte energético para su desarrollo. Claro que el concepto de adaptado era nuevo en su tiempo y debía definir qué entendía por tal situación. En su libro El origen de las especies por selección natural, dedica todo un capítulo (el IV) a estos dos conceptos, nuevos e importantes en biología
ESCENARIO DE LA SELECCIÓN NATURAL

Se ha escrito mucho, y supongo que se seguirá escribiendo, acerca de la adaptación. La estructura (morfológica, bioquímica, etológica, ecológica, etc.) favorecida por la selección natural. Indudablemente, ha de ser hereditaria y ha de presentar variabilidad. No es una característica cualitativa, que se tiene o no se tiene, sino más bien cuantitativa que se posee en mayor o menor medida y así hay diferentes grados en que se manifiesta en una población. La selección natural favorece a los que poseen esa estructura en grado más adecuado frente a quienes carecen de ella. Así, simplemente. Y ¿en qué le favorece? En contribuir de modo más eficaz para dar lugar a la generación siguiente. Por eso, los individuos favorecidos por la selección han de ser necesariamente fértiles, pues lo que determina la selección es quiénes serán los progenitores de la generación inmediata. La selección actúa en cada generación incidiendo sus efectos en la siguiente. 

Queda muy lejos la idea del mundo feliz, claro, pero eso es ciencia ficción. Hay casos, muchos, en los que hablamos de tendencias evolutivas a lo largo del tiempo. ¿Se favorecieron los mismos caracteres durante muchas generaciones? En ambientes estables, sí se favorecieron y los caracteres favorecidos se fueron acentuando en el modo de presentarse en los individuos. Pero en ambientes cambiantes, los criterios de la selección también cambian de una generación a la siguiente.

SIEMPRE ACTÚA LA SELECCIÓN

La selección natural no ve, no siente, no determina. Favorece unos individuos en su lucha por un hábitat siempre limitado en sus recursos. Si los rasgos favorecidos son hereditarios, los genes responsables de esos rasgos pasarán a la generación sucesiva y decimos que actúa la selección favoreciéndolos. Por otra parte, si abundan los recursos, se relaja la intensidad de la selección natural. 

En el fondo, los individuos adaptados son aquellos que poseen alguna estructura hereditaria que les permite, en comparación con quienes carecen de ella, explotar sus recursos ambientales con mayor eficacia. Necesariamente, esa estructura ha de ser hereditaria. 

En estos casos, nunca se habla de supervivencia del más fuerte, como creen algunos. Eso de más fuertes tal vez se diga pensando en humanos pertenecientes a sociedades en las que la competitividad puede alcanzar límites feroces, pero en la naturaleza no ocurren esas cosas.


Fotos: Emilio Valadé del Río


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